La crónica política de Washington reveló en diciembre del año pasado que uno de los motivos de la renuncia del general James Mattis a la conducción del Pentágono fue que Donald Trump no avalaba los nexos del entonces secretario de Defensa con los empresarios de Silicon Valley.

El problema concretamente, como reveló la columnista de The Wall Street Journal Kimberley Strassel era la cercanía del militar condecorado con Amazon, empresa de Jeff Bezos, actual dueño del Washington Post.

En la gestión de Mattis el gigante tecnológico consiguió un contrato de 10.000 millones de dólares con el Pentágono, que por estos días la Casa Blanca todavía no encuentra el mecanismo legal para suspender.

Amazon se impuso en esa licitación ante Oracle e IBM. La contratación es para el desarrollo de una "nube" especial para todas las necesidades del Pentágono. En el pasado mes de agosto, tanto IBM como Oracle se inconformaron contra los contratos de Amazon con el Pentágono. Alegan conflictos de interés y que las licitaciones se redactaron de modo favorable a dicho conglomerado.

Los negocios de Amazon con el gobierno de Estados Unidos comenzaron en el segundo mandato de Barack Obama, cuando la empresa recibió un contrato de 600 millones de dólares para desarrollo de software para la CIA. El problema es que la relación de Bezos está dinamitada con Trump, por las publicaciones del Washington Post.

Hace apenas unas semanas, en una nueva licitación, el Pentagono le entregó contrato similar por 10.000 millones de dólares a Microsoft. Acaso una señal más de las complicaciones que tendrás la firma para penetrar en los negocios que se habrá con la Casa Blanca.

Ahora, Amazon quiere colocar sus productos del otro lado de la frontera. Según se comenta en diversos círculos de la Secretaría de la Defensa de México, ejecutivos de Amazon ya manifestaron de modo informal el interés en venderle software a las fuerzas armadas.

Sería algo complejo porque la administración de Andrés Manuel López Obrador no quiere roces con Trump, aunque el nivel de intercambio entre los militares mexicanos y los de Estados Unidos hace casi natural el hecho de que así como Amazon Web Services logra mantenerse como proveedor del Pentágono, también lo podría ser del gobierno mexicano.