A pesar del cepo cambiario y del reperfilamiento de la deuda que bloqueó completamente el acceso a los mercados, en las próximas semanas empezará la construcción del centro de esquí sustentable más importante de Latinoamérica.

Estará ubicado en un lugar estratégico al sur de la provincia de Mendoza que le permitirá contar con cinco meses de nieve al año, una característica que no abunda en los principales centros del país y menos en los mendocinos, que en los últimos años tuvieron temporadas muy cortas.

"El mayor problema que tenemos en Argentina para fomentar el turismo internacional de esquí es que no podemos garantizar la nieve para tener un sistema de reservas confiable y planificado con antelación", explicó a LPO Alejandro Spinello, uno de los socios del proyecto que está mentalizado en poder captar una mayor proporción de los 150 millones de esquiadores y 300 millones de clientes de centros de esquí que existen en el mundo.

Alejandro Spinello, Daniel Nofal y José Beccar Varela, los socios del proyecto.

"Este proyecto nos hace viable al público extranjero. Es un lugar donde no llueve nunca y cuando precipita lo hace en forma de nieve, que a su vez, por la poca humedad es nieve seca y en polvo que le permite sostenerse por más tiempo. El valle tiene un clima parecido al de Colorado, Estados Unidos. Garantiza muchos días de sol", agregó.

Debido a este potencial y por las características de la montaña es que piensan duplicar la cantidad de kilómetros de pistas del Cerro Catedral y construir una infraestructura hotelera con una base de 4.500 camas, que posteriormente se vaya ampliando a medida que el lugar se transforma en un pueblo de montaña.

"Queremos que haya actividad todo el año, queremos fomentar la instalación de barrios, de investigaciones geológicas y contra el cambio climático. Hasta estamos estudiando utilizar la energía sobrante y poner data centers que necesitan de zonas frías para optimizar el uso de energía para su conservación", afirma Spinello.

El proyecto prevé una inversión de USD 200 millones que se irán ejecutando paulatinamente hasta el 2024. La primera etapa quedará inaugurada en el invierno del 2020, cuando empiece a operar como un "centro boutique", sin medios de elevación, pero con máquinas pisa nieve.

Ya para 2021 abrirán los primeros medios de elevación que funcionarán en un 100% en base a energías renovables. "Habrá solar fotovoltaica, termosolar, eólica y micro hidroeléctrica que funcionará como energía de base", dicen en el equipo que también está conformado por Daniel Nofal y José Beccar Varela.

Finalmente, el master plan contempla un nuevo aeropuerto en la ciudad de Malargue -que esperan que también pueda recibir vuelos low cost- y uno pequeño en el valle para aviones más chicos.

El proyecto contó con un fuerte respaldo del gobierno de Cornejo y también tiene el visto bueno del gobernador electo Rodolfo Suárez, que en el reciento Coloquio de IDEA hizo mención al proyecto y aseguró que "Malargue va a salvar a Mendoza", en referencia al potencial hidrocarburífero y minero. Pero los socios del emprendimiento aseguran que uno de los mayores respaldos provino del diputado nacional Federico Zamarbide.