Por primera vez desde que arrancó la contienda por la nominación del Partido Demócrata, el exvicepresidente Joe Biden no apareció al frente de la nutrida manada de candidatos para el cuarto debate entre presidenciables. La noche del martes en Westerville, Ohio doce candidatos a la presidencia se enfrentaron, y esta vez quien recibió los ataques fue la senadora Elizabeth Warren, quien la semana pasada apareció en primer lugar de las preferencias en la medidora de encuestas Real Clear Politics.
Gracias a una campaña centrada en propuestas de polÃtica pública bien desarrolladas y un tour sin descanso en estados clave, el martes Warren finalmente se enfrentó a la realidad de encabezar las preferencias. Los ataques se centraron en los costos de su propuesta de salud universal, que es la misma que elaboró su rival y colega Bernie Sanders.
El alcalde Pete Buttigieg, quien permanece en cuarto lugar empatado con la senadora Kamala Harris, presionó a Warren sobre si las clases medias tendrÃan que pagar más impuestos para financiar su ambicioso proyecto de salud. El alcalde Pete se ha pronunciado a favor de un sistema mixto en el que los ciudadanos puedan decidir si quieren permanecer con sus seguros de salud privados o unirse a un sistema público. Warren y Sanders, con base en análisis de polÃticas públicas, dicen que dicho sistema no serÃa sostenible.
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Harris, Sanders, y Biden. CortesÃa CNN.
El martes Warren se mantuvo fiel a la lÃnea de siempre: los costos se mantendrán iguales o más bajos si se considera lo que los ciudadanos van a ahorrar en pólizas y coaseguros.
Para la senadora Amy Klobuchar la respuesta no fue satisfactoria. "Le debemos al pueblo de los Estados Unidos decirles a dónde vamos a mandarles la factura", replicó. Más adelante el excongresista texano Beto O'Rourke se unió a la avanzada y también presionó sobre el impacto fiscal para las clases medias. "No va a subir", dijo Warren.
Warren y Sanders son los dos candidatos del ala izquierda del partido, con propuestas que giran alrededor de incrementar los programas sociales e implementar nuevos impuestos para los multimillonarios con el objetivo reducir la brecha de la desigualdad en la economÃa más grande del planeta. La noche del martes los dos progresistas defendieron sus propuestas fiscales más controversiales.
Warren propone un "impuesto de dos centavos" que pesarÃa sobre las 75 mil familias más ricas de EU, quienes tendrÃan que pagar 2% sobre todos sus bienes para aquellos que posean riqueza superior a $50 millones de dólares, y 3% para aquellos que posean bienes por más de mil millones de dólares. La idea de Sanders es similar: 1% de impuesto sobre riqueza que rebase los 32 millones de dólares y un incremento paulatino a partir de ese número.
Sanders tuvo que abordar un tema delicado: su salud. Hace apenas dos semanas el senador de 78 años sufrió un ataque cardiaco. El martes aseguró que estaba listo para las presiones de la presidencia y dijo que habrÃa un invitado o invitada especial en su evento del próximo sábado en Queens, NY, "y vamos a montar una campaña vigorosa por todo el paÃs, asà vamos a tranquilizar al pueblo de EU".
Pero el mejor momento para el senador la noche del martes ocurrió fuera del escenario. Hacia el final de la jornada varios medios difundieron la noticia de que la invitada especial serÃa la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, quien finalmente va a apoyar públicamente la campaña presidencial de su mentor. Con apenas 29 años y menos de un año en el cargo, Ocasio es quizá la congresista más popular en la Asamblea de Representantes, sobre todo entre los votantes más jóvenes y progresistas. Su espaldarazo aviva las flamas en la campaña del senador por Vermont.
La senadora Kamala Harris, quien tuvo momentos brillantes en debates anteriores cuando se enfrentó a Biden, esta vez no brilló. Su momento destacado giró alrededor del control de armas. Como exfiscal General de California, Harris dijo que habÃa consolado a más vÃctimas de las que podÃa mencionar, y que habÃa tenido que analizar fotografÃas de escenas del crimen horribles. "Estoy harta y necesitamos acción". Prometió que, si ganaba la elección, "le voy a dar [al Congreso] 90 dÃas para organizarse y poner una ley en mi escritorio y si no lo hacen voy a firmar una orden ejecutiva para imponer controles y una prohibición en la importación de armas de asalto".
El exsecretario de vivienda Julián Castro dijo que el juicio polÃtico contra Trump no era una distracción. "Podemos caminar y mascar chicle al mismo tiempo". Dijo que no sólo habÃa diez instancias en el Reporte Mueller donde Donald Trump obstruyó la justicia, encima la llamada con el presidente de Ucrania, pero además está en una misión permanente para abusar de su poder. "Tenemos que enjuiciar a este presidente. Y la mayorÃa de los estadounidenses no sólo apoyan el juicio, sino que apoyan su remoción. Él debe ser removido".
Castro criticó a CNN y el New York Times, encargados de organizar el debate, por no abordar dos temas centrales para la elección del próximo año: la crisis climática y el debate migratorio.
"Tres horas y no hubo preguntas esta noche sobre el clima, vivienda, o inmigración. El cambio climático es una amenaza existencial. EU tiene una crisis de vivienda. Hay niños que siguen en jaulas en nuestra frontera. Pero ya saben, Ellen", ironizó Castro en referencia a la polémica desatada por una fotografÃa donde aparece la comediante Ellen Degeneres junto al expresidente George W. Bush.
Mientras tanto, Joe Biden tuvo quizá su peor debate hasta ahora, y no porque su actuación haya sido particularmente deficiente, sino porque su reciente caÃda en las preferencias tras meses de estancamiento en la cima lo puso a la sombra de la nueva estrella ascendente. Si bien sus rivales no descargaron con la parte que le afecta del Ucraniagate -el trabajo de su hijo Hunter con una energética ucraniana- los moderadores sà lo cuestionaron al respecto.
"La declaración de mi hijo habla por sà misma", respondió el exvicepresidente. "Yo hice mi trabajo. Nunca discutà nada con mi hijo sobre nada que tuviera que ver con Ucrania". Más adelante dijo que estaba orgulloso "del juicio de su hijo" y de su declaración. "La realidad de las cosas es que esto se trata de la corrupción de Trump. En eso debemos de concentrarnos".
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CortesÃa CNN.
El tema del impeachment contra Donald Trump fue uno de los pocos en el que los doce candidatos en el escenario estuvieron de acuerdo. La puntera Warren dijo que hay algunos temas que son más importantes que la polÃtica, "creo que ese es el caso con la investigación para remover al presidente", aseguró. Dijo que desde que leyó el reporte de Robert Mueller llegó a la conclusión de que el presidente obstruyó a la justicia. "Donald Trump rompió la ley de nuevo en el verano, y la rompió de nuevo este otoño".
Biden replicó el sentimiento y se unió a la declaración de Sanders. "Este presidente -y estoy de acuerdo con Bernie, el senador Sanders- es el más corrupto en la historia moderna y creo que en toda nuestra historia", aseguró.
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