Pemex concluyó tres operaciones en el mercado que le permitieron refinanciar pasivos por USD20,130 millones y la reducción de su deuda en dólares por 5,000 millones, como ya había revelado Arturo Herrera. Sin embargo, la compañía petrolera no logra disipar los temores de una reducción en la calificación crediticia.

En un comunicado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) explicó que para lograr dicho refinanciamiento se colocaron tres bonos de Pemex a 7,10 y 30 años por un monto de 7,500 millones de dólares

También se recompró e intercambiaron bonos denominados en dólares que vencían entre 2020 y 2025 por un monto de $8,743 millones de dólares, por bonos de largo plazo; y por $3,887 millones por bonos con vencimiento entre el 2041 y 2048.

"En esta operación la demanda total de bonos de Pemex por parte de los inversionistas internacionales superó los $50,000 millones de dólares, monto que representa casi la mitad de la deuda de Pemex, lo que convierte a esta transacción en la de mayor demanda en la historia de la empresa", explicó la dependencia.

Se reveló también que los bonos de mayor plazo fueron los más demandados en el mercado, "lo que demuestra confianza de los inversionistas en la fortaleza de Pemex a largo plazo", dijo Hacienda sobre esta operación.

A pesar del entusiasmo en los mercados por esta operación, analistas coinciden en que no signifique que haya cambiado el panorama de que los players financieros descuentan que las calificadoras degraden la nota de la petrolera mexicana, en particular Moody's, como explicó LPO.

Hacienda precisó además que se observa una mejoría sobre la percepción de riesgo hacia Pemex en este mes, frente a septiembre: "Se ha traducido en una reducción de los "credit default swaps" (CDS) de Pemex a 5 años en 41 puntos base.

En diálogo con este medio, Alejandro Saldaña, analista de Banco Ve por Más, confirmó este escenario. "Se trata de una confianza al margen, pero sobre todo diría que en el año hemos visto volatilidad. Lo cierto es que, con estas últimas noticias de refinanciamiento e inyecciones de capital del gobierno, han sido bien recibidas y ha mejorado el foco, pero no cambian el panorama general".

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Y es que, en su opinión, más que financieros, los problemas actuales son operativos por las altas metas de producción que se impuso el gobierno de 1.9 millones de barriles diarios el año que viene, lo que se ve difícilmente alcanzable, según coinciden los expertos.

"Tiene sentido que mañana la empresa pueda necesitar mayor dinero para producir más petróleo", dijo el analista, haciendo referencia a la advertencia de Moody's de que estos esfuerzos serán insuficientes y requerirá que el Gobierno prolongue su intervención, lo que a su vez, pondrá en riesgo su equilibrio fiscal.

Y es que en cálculo de Peter Speer, analista de Pemex de dicha calificadora, la empresa necesitaría 20,000 millones de dólares al año para cubrir todos sus adeudos y hacerla más operante. Se estima que Moody's degrade la nota crediticia de Petróleos Mexicanos hacia el primer trimestre del año que viene.

Y precisamente, sobre el tema operativo, continúan las contradicciones entre la 4T y los expertos. De acuerdo con la Administración de Información Energética de Estados Unidos y el Buró del Censo, en julio se importaron 533 mil barriles de crudo ligero y en agosto 8 mil 962 barriles.

Pero el gobierno tiene otros datos. Primero, fue Rocío Nahle, secretaria de Energía, quien negó tal afirmación en su cuenta de Twitter: "En esta administración del presidente López Obrador, la empresa productiva del estado no ha importado petróleo".

Esta mañana, antes de concluir su conferencia de prensa, el presidente también se pronunció al respecto: "No estamos importando petróleo crudo. El dato que se dio fue equivocado, el dato que se publicó en la prensa no corresponde con la realidad", dijo.