El kirchnerismo finalmente logró que el frente de Mariano Arcioni baje su lista de diputados nacionales, que encabezaba el sindicalista Alfredo Béliz, y ahora apuesta a mejorar sus números y quedarse con las tres bancas en juego en Chubut.

Como adelantó LPO, la posibilidad de que Chubut al Frente decline de participar en las elecciones de octubre era discutida desde hace semanas por dos razones. Por un lado, el pésimo resultado que tuvo en las PASO arrastrado por la crisis económica y la falta de un candidato presidencial, y por otro la apuesta del Frente de Todos a sumar una banca más.

Con la crisis económica empeorando, las chances de Chubut al Frente de competir en octubre se terminaron de complicar cuando la justicia federal rechazó un pedido para que puedan colgar la boleta a la de Alberto Fernández. Tras un amague de resistencia, Béliz finalmente terminó cediendo.

Golpeado por la crisis, el frente de Arcioni bajaría sus listas para octubre

El anuncio fue realizado tras una reunión de Béliz con Fernández en sus oficinas porteñas de la calle México. Allí estuvieron Wado de Pedro, el diputado camporista Santiago Igón (que encabeza la lista del Frente de Todos en Chubut), y el intendente de Puerto Madryn y vicegobernador electo, Ricardo Sastre. 

"No es tiempo de dividir sino de sumar, y queremos sumar todo el apoyo que sea posible a la lista de Alberto y Cristina, y que encabeza Santiago en la provincia", argumentó el ahora ex candidato. Se habla en Chubut de algún ofrecimiento de un cargo nacional para Béliz.

Béliz, Sastre, Igón y Wado de Pedro con Alberto Fernández

Béliz es el jefe de los mercantiles chubutenses y resistía en su candidatura con el respaldo de Sastre, el intendente de Trelew, Adrián Maderna, y algunos gremios locales. Pero Sastre y Maderna le habían quitado el apoyo en línea con los deseos de la conducción nacional del Frente de Todos.

En esta discusión el que tuvo poco que ver fue Arcioni. El gobernador había patrocinado en las PASO la lista de Máximo Pérez Catán, que perdió la interna contra Béliz. La disputa abrió una inesperada interna del mandatario con su vicegobernador electo, a quien Alberto terminó sentando a su lado para la foto.

Los cálculos para la elección

La decisión de bajar la lista de Chubut al Frente es el resultado del fracaso de la primera estrategia del peronismo para quedarse con las tres bancas en Chubut. De repetirse el resultado de las PASO, el FdT se quedaría con dos y Juntos por el Cambio con una.

La idea era repetir el modelo de Santiago del Estero, donde dos listas que apoyan a Alberto quedaron en condiciones de ganar todos los diputados. Pero el pésimo desempeño del frente de Arcioni (sumó apenas el 12,7 por ciento) lo dejó muy lejos del segundo lugar (Cambiemos sacó el 25,7 por ciento) que le permitiría quedarse con la tercera banca. 

Con los números de las PASO en el peronismo vieron que la posibilidad más cercana de quedarse con los tres diputados era bajar la lista de Chubut al Frente, antes de aspirar a que se quede con el segundo lugar. Para que eso pase, el FdT debería triplicar en votos al macrismo, algo que ya sucedió en 2011.

En agosto, la lista de diputados del peronismo sacó el 47,71 por ciento de los votos afirmativos contra el 25,76 por ciento de las dos listas de Juntos por el Cambio. Sin embargo, la diferencia fue mucho mayor en el tramo presidencial: 54,52% de Fernández contra 24,11% de Macri. La apuesta, entonces, es al arrastre de la boleta de Alberto.

Aunque la posibilidad de que el peronismo triplique a Cambiemos parece complicada, en el macrismo había preocupación por la posibilidad de que Béliz se baje y hasta se intentó evitarlo. La dispersión de esos votos era la garantía para que el funcionario nacional Ignacio Torres asegure su banca. 

Con Béliz afuera de carrera, en el kirchnerismo ahora apuntan a seducir los votos de los radicales desencantados con Macri que en agosto votaron por la lista del diputado provincial Eduardo Conde, que perdió la interna con Torres pero sacó alrededor del 10 por ciento de los votos. Un dato que no es menor: la Rosada le impidió a Conde ir pegado a la boleta presidencial y el radical se encargó de aclarar cada vez que pudo: "no soy el candidato de Macri".