Juan Luis Bour
"Los controles de cambio pueden volverse más restrictivos hasta que se recupere la confianza"
"Diez mil dólares es un número alto", dijo el economista en jefe de FIEL, que descarta que el año que viene la economía pueda crecer o salir del cepo, pero sí resolver el default y renegociar con el FMI.

Juan Luis Bour no necesita presentaciones. Economista en jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), es un punto de referencia de los debates de políticas comparadas. Con tono solemne y rigurosos saco y corbata, descarta que la economía pueda crecer el año que viene como postula el proyecto de Ley de Presupuesto de Hernán Lacunza, y advierte que cuando el dólar blue y otras formas de ganancia por arbitraje como el rulo y el bucle se hagan más popular, el Banco Central deberá darle un apretón adicional al cepo.

Serio como de costumbre, además está desilusionado de ver a la Argentina otra vez frente a un escenario de default y cepo. "La discusión macroeconómica es muy aburrida acá, tal vez para la gente no tanto porque le interesa saber si el dólar va a subir, si se acelera la inflación, pero la discusión macro en la Argentina es siempre más de lo mismo", dice a LPO en sus oficinas del microcentro porteño.

Alberto Fernández les apuntó a las Leliq y a la alta tasa de interés porque la valorización financiera hacen que ninguna inversión en la economía real pueda competir contra una tasa del 83%. ¿Qué tan simple es la salida de este ciclo de altas tasas sin que se disparen los precios? ¿Es factible salir de las Leliq conteniendo los precios con un pacto social como propone la oposición?

El razonamiento ese está mal. El primer problema que tiene la Argentina es que no tiene moneda, nadie quiere pesos y es un hecho evidente porque faltan dólares, sobran pesos, y si le das pesos a la gente, se los sacan de encima y, si el Banco Central no pone una tasa de interés alta, nadie se queda en pesos.

Siempre se pueden tirar estas ideas de "magia", pero detrás de esos razonamientos mágicos hay un proceso que van a llevar a una explosión de los precios. Supongamos que mañana deciden bajar la tasa del 83% a 10%, o a cero, y además emitir muchos pesos... la gente los va a agarrar y rápidamente va a querer deshacerse de ellos comprando dólares o bienes. Y acá el problema es que haya bienes porque es la forma de protegerse. Cualquiera que haya vivido un proceso hiperinflacionario como los alemanes tras la guerra o los argentinos que recuerden lo que fueron los '80 saben lo que es, no en vano después de la híper vino un proceso de convertibilidad, había una gran demanda por estabilización. Poca gente sabe lo que es tener una inflación del 10% por día, ya no del 3 o 4% mensual.

El primer problema que tiene la Argentina es que no tiene moneda, nadie quiere pesos. Pensar que con bajar la tasa de interés se soluciona todo es no entender los problemas que estamos teniendo.

Pensar que con bajar la tasa de interés se soluciona todo es no entender los problemas que estamos teniendo: hoy no tenemos crédito. En pesos el crédito crece a una tasa de 0% nominal anual, es decir negativa en términos reales por -40%; y en dólares también se está derritiendo por la salida de depósitos. Si tuviésemos una baja de tasas en un sistema de dirección estatal, habría mucha demanda de crédito, pero no habría plata para prestar; y la poca plata que hubiera, iría a los amigos del gobierno de turno.

Mejor hablemos de política económica. Enfrentamos problemas muy serios y, cuando enfrentás problemas serios, no podés ir con soluciones que sean engaños para los demás. Y no me refiero a la oposición solamente, me refiero también a los ministros en la gestión actual, me refiero a que en general no hay propuestas de política económica en estas elecciones.

Macri al asumir habló de una pesada herencia, pero prefirió no dar detalles, y parte de sus asesores lamentan que haya recibido una bomba a punto de explotar y no una ya detonada, porque creen que esto les habría dado margen político para implementar políticas más de fondo. ¿Cuál es la herencia que le deja al siguiente?

Está claro que la discusión que no vimos en 2015 y 2016, va a aparecer ahora. Supongo que quien tome el cargo va a tener en cuenta los errores que se cometieron, va a tratar de hacer un diagnóstico muy preciso y actuar rápido.

"Los controles de cambio pueden volverse más restrictivos hasta que se recupere la confianza"

¿Cuál es su diagnóstico?

Yo tengo un diagnóstico muy claro, pero lo importante es que lo tenga el gobierno para ir hacia adelante con medidas muy rápido. Esta es una economía que no tiene crédito porque no tiene depósitos, no llega ni al 10% del PBI y no hay economía emergente en el mundo con este ratio. Si tomamos 180 países, Argentina está del puesto 170 para abajo. No nos parecemos ni a Perú, ni a Bolivia ni a Paraguay ni a ningún latinoamericano, sacando Venezuela. Y pese a no tener financiamiento, es una economía que gasta más de lo que recauda, lo que se llama déficit fiscal, y consume más del resto del mundo de lo que le da al mundo, lo que se llama déficit de la cuenta corriente. Esto hay que financiarlo de alguna forma y como el sistema financiero local es tan chiquito, hay que ir a pedir la plata afuera.

Esto es lo primero que hay que entender. Por eso necesitamos recrear la confianza en el peso, lo que es fácil decir, pero no tan sencillo de hacer. Esto requiere que los depositantes pensemos que no nos van a estafar, que nuestros pesos no van a perder su valor. Eso se logra con cosas muy aburridas como no tener déficit fiscal, porque todo el mundo sabe que, si tenés déficit, vas a ir a buscar plata y un tiempo vas a pagar y después no te van a poder pagar más. Además es importante tener dólares, que es el mecanismo de ahorro de los argentinos, y para tener dólares es necesario que la cuenta corriente esté durante bastante tiempo en equilibrio o en positivo. Son los famosos superávits gemelos.

Esto es particularmente importante porque Argentina está sola en el mundo, no es parte de una Unión Europea que pueda darnos un apoyo en caso de que estemos en problemas. Argentina está sola en el mundo y su único auxilio eventualmente es llamar corriendo a los bomberos, al FMI. Y, si llamás al bombero con tu casa incendiándose, vale decir, no te conviene pegarle al bombero porque probablemente se vaya.

En síntesis, es una economía muy chica, que ahorra poco y lo poco que ahorra trata de fugarlo para protegerlo de los déficits, tenemos desequilibrios muy importantes que no queremos corregir aunque tenemos que corregirlos.

A partir de allí el diagnóstico es que esta economía necesita generar divisas, exportar más de lo que importa y para eso es necesario no castigar demasiado al exportador. Nosotros, por ejemplo, cuando ganamos una licitación internacional del BID exportamos estudios económicos y pagamos impuestos a las exportaciones, lo cual es correcto; pero se castiga con impuestos a las exportaciones de tecnología con cierta sofisticación y eso va a en detrimento de las exportaciones. Por eso no hay que castigar tanto al exportador ni a las inversiones.

Se perdió mucho tiempo en una discusión de si shock o gradualismo y se descuidó la cuestión de la secuencia de las políticas. Porque hay objetivos de política económica que son contradictorios en el corto plazo, pero que son consistentes si se los persigue uno después del otro. ¿Qué es lo primero?

Lo primero primerísimo es que el que sea que asuma dé un plan macroeconómico y defina una estrategia. Una vez definida, va a tener que encarar varias cosas y lo primero que yo recomendaría es actuar rápidamente para no tener, en materia de este default que se está armando, una situación de default permanente. Un país con desequilibrios y sin financiamiento propio necesita cuanto antes volver a tener, de vez en cuando, acceso al mercado internacional. Y para eso es necesario resolver rápido el default. No digo cómo resolverlo -eso será lo que la política pueda lograr-, pero en esencia es hacer lo que ya hizo Irlanda, Portugal, Ucrania, Uruguay, España, Grecia los países que esta gente mira.

Lo primero primerísimo es que el que sea que asuma dé un plan macroeconómico y defina una estrategia. Una vez definida, yo recomendaría actuar rápidamente para no tener una situación de default permanente.

¿Qué hicieron estos países? Arreglaron sus cuentas, lo cual es costoso políticamente y te puede mantener en recesión algún tiempo dependiendo de cómo lo hagas. Algunos hicieron sus ajustes y tuvieron recesión el primer año y eventualmente el segundo también -en Grecia, fueron varios más-. Otros hicieron las cosas de modo tal de convencer a los acreedores de que se iban a mantener en un sendero de cierto equilibrio e iban a seguir pagando, ya no 100, sino 40 tal vez, pero que los iban a pagar. Esos países no tuvieron recesión: Uruguay en el 2002, por ejemplo, que hizo una reestructuración "amistosa". Amistosa porque consiguieron un buen superávit con el que convencieron a los acreedores de que la plata iba a estar cada vez que hubiera que pagar.

"Los controles de cambio pueden volverse más restrictivos hasta que se recupere la confianza"

El presupuesto de Lacunza para 2020 dice que Argentina el año próximo va crecer 1% y que ese 1% del PBI va a ser superávit fiscal. ¿De dónde se va a crecer 1% el año que viene?

Lo que va a tener que definir quien esté a cargo de Economía va a ser, primero, un programa macro convincente y no con eso de bajar la tasa de interés y emitiendo moneda porque eso chocarla, es generar una brecha cambiaria enorme, la inflación se dispare y la economía se informalice todavía más; ese escenario no dura nada y genera riesgos políticos. Eso lo descarto.

Me imagino que quien asuma va a querer un escenario en el que le guste estar por cuatro años y pueda aspirar a quedarse cuatro años más. Y para eso necesita ser más o menos exitoso hacia fin del año 2020. Se puede tener una situación complicada seis meses, u ocho o diez, para comprarse una situación un poquito mejor posterior que les dé chances en las elecciones de medio término. Me parece lo más obvio, aunque puede haber otras estrategias políticas.

Esto supone, como decía Maquiavelo, hacer todo el "mal" todo de golpe a los efectos de ese pequeño lapso en el que tenés aprobación política, puedas avanzar en decisiones que la gente pueda entender que son duras, pero necesarias. Y en esos seis meses de tregua, ordenar la macroeconomía.

En este contexto, es necesario saber que la primera parte del año va a ser mala: no hay forma de llegar al 1%, obviamente, y no hay forma de llegar ni siquiera al 0%, es decir que la economía el año que viene se cae. Pero hay una posibilidad de que si hacen las cosas relativamente bien, es decir si convencen a todos de que va a haber un superávit sostenible, se pueda salir del proceso de default y tratar de normalizar la economía. Acá las ganancias de la normalización son enormes. Pensemos que estamos en un sendero recesivo porque estamos en una situación excepcional, no nos olvidemos que estuvimos en emergencia económica desde 2002, la levantamos un ratito y me imagino que a fin de año la va a poner de nuevo.

La primera parte del año va a ser mala: no hay forma de llegar al 1%, obviamente, y no hay forma de llegar ni siquiera al 0%; pero hay una posibilidad de que si hacen las cosas relativamente bien, se pueda salir del proceso de default.

 Las prioridades para arreglar esto no las vamos a fijar usted y yo, sino que el gobierno debería tener unos quinientos economistas pensando en estas cosas, no digo cinco, sino quinientos porque se necesita de la coordinación con las provincias, los municipios, la Anses. Es que, en última instancia, las políticas económicas las puede recomendar cualquiera, pero lo importante es saber si se tiene la mano política para poder llevarlas adelantes. ¿Para qué votamos políticos? Justamente para eso: y los votamos a nivel Ejecutivo y a nivel Congreso y esa gente debe estar trabajando febrilmente con todos sus técnicos. Supongamos al menos que eso es así. Y dicho eso, naturalmente hay cosas que son más urgentes, como lo ha sido en esta etapa de transición.

Los controles de cambio son el tipo de medicina que te puede matar, pero sí te deja tranquilito el dólar durante un tiempo. Yo no veo ninguna chance de que se salga inmediatamente del cepo.

Lo primero es la parte monetaria/financiera. Atravesamos una situación que requiere poner cierto orden. El gobierno acá a tenido un objetivo muy sencillo por estos meses que es el de tratar de estabilizar el tipo de cambio y para eso adoptó una serie de medidas que te aseguran la estabilización del tipo de cambio, solamente que te pueden estar matando.

Los controles de cambio son el tipo de medicina que te puede matar, pero sí te deja tranquilito el dólar durante un tiempo. Te aseguran esta estabilización, pero te plantean un problema de salida del control de cambios, algún día. Yo no veo ninguna chance de que se salga inmediatamente, pero sí veo que el gobierno va a tener que tomar decisiones que nos convenzan de que se va a salir. Y esas decisiones tienen que ver otra vez con lo fiscal y lo monetario; y también con tu grado de intervención en los mercados: si vas a intervenir en todos los mercados o si vas a tener una actitud más de aceptar que los mercados operen porque son mucho más eficientes que un burócrata decidiendo qué es lo que hay que hacer.

Por ejemplo, actualmente casi no se pueden hacer transacciones inmobiliarias y sería bueno cómo se sale de esta restricción para que ese mercado pueda volver a operar. Y estamos en una situación en la que las empresas tienen total libertad para gastar sus activos en dólares, pero no para reconstituirlos en una moneda que no sea depreciada. Mínimo es necesario generar las condiciones para que la deprecación no se espiralice.

Ganar confianza es lo primero. La gente elige a un presidente para que los convenzan a todos de que no tienen que salir corriendo e ir al banco a retirar los últimos dólares que dejaron por temor a que los expropien. Esto es lo que se necesita que se haga desde el primer día.

La semana pasada volvió a verse en algunas sucursales un paisaje que no se veía hace rato de personas comprando dólares por encima de su capacidad habitual para hacerlos "puré" al tipo de cambio paralelo. Con la restricción cambiaria actual, ¿se llega a fin de año?

Los 10.000 dólares son más bien un número alto. Es razonable que en algún momento "exploten" los arbitrajes ya no con el contado con liqui o  "rulo" porque es un mecanismo más trabado, sino con dólar blue en el mercado negro porque realizada sobre ese monto deja un margen atractivo. Lo que quiero decir con "explotar" es que se haga tan frecuente y habitual la operatoria que genere una demanda adicional de dólares para arbitraje, es decir más presión sobre las reservas. Y la forma de cortarlo es precisamente bajar el número anterior al punto que estas operaciones no tengan sentido. Esto generaría la necesidad de una vuelta de tuerca adicional sobre la válvula. La restricción sobre el contado con liqui, de hecho, generó una mayor brecha entre el dólar oficial y el paralelo.

Con la restricción actual se llega si no hay válvulas por las que les saquen los dólares al Banco Central. La forma de cortar el arbitraje es bajar el tope de 10.000 dólares al mes.

Con la restricción se llega si no hay válvulas por las que al Banco Central les empiecen a sacar los dólares. La operatoria puede volverse cada vez más restrictiva hasta que haya cierta confianza que reactive o al menos estabilice la demanda de pesos, que luego de las primarias se derritió. No sé si será de aquí al 27 de octubre o al 10 de diciembre o tal vez más adelante.

Y con este panorama. ¿Cuál es la secuencia indicada para poder devolver a la economía al crecimiento?

Son muchas las cosas que hay que hacer. Tenemos que pensar que hay que ir rápidamente a solucionar lo de la deuda. No se puede dejar ese tema colgado, pero para reestrtucturar la deuda, antes vas a tener que hacer anuncios sobre el fisco creíbles porque es la forma en la que vas a llegar a sentarte frente a los acreedores y les vas a decir "Yo le propongo pagar X, yo le tenía que pagar 100, pero le voy a pagar 70, 89, 90 o lo que sea, y se lo voy a pagar de esta forma" y no sentarse frente al acreedor y decirle "Mirá, no tengo plata, no sé lo que vamos a hacer" porque en ese caso la reestructuración te la arma el acreedor y vos no tenés que dejar que te la armen ellos. Y para armarla, el Gobierno tiene que ir con un programa que pueda ser cumplido.

Si va con ese programa, también puede ir al Fondo Monetario y decirle "Esto es lo que vamos a hacer y vamos a cumplirlo; y vamos a cumplirlo porque acabo de tomar estas medidas que generar un recursos para pagar eso y a usted, le pido que, en lugar de devolverle la plata inmediatamente, hagamos un proceso diferente, hagamos un Extended Fund Facility y no un Stand-By. Para eso yo le propongo estas reformas estructurales pensadas para que la economía crezca y, si usted me lo acepta -y típicamente el Fondo da más plazo para la devolución- podemos volver a crecer". A esto se suma que si no se desembolsan los 5.400 millones de dólares, eso queda pendiente y entonces puede ayudarte durante 2020 a tener un tránsito más ordenado.

"Los controles de cambio pueden volverse más restrictivos hasta que se recupere la confianza"

Esta es la secuencia del comienzo y un presidente debe hacerlo de forma centralizada con coherencia entre todos los niveles de gobierno.

Déjeme que lo resuma de la siguiente manera. ¿Vio que hay mucha gente que dice que lo que hay que hacer en este país es dolarizar? Bueno, eso es ocultar el problema. Porque cuando dolarizás y tenés un problema fiscal y no te alcanza la plata, ¿qué hacés? Lo que hiciste en los años 2000: emitir bonos, que es lo que hacen los países africanos que dolarizan y enseguida comienzan a emitir bonos del país, imagínese que en breve pasemos a tener dólares chaqueños, dólares del Chubut... ¿Qué sucede cuando un gobierno promete lo que no puede pagar? En breve tiene que emitir patacones de Chubut y cuando los emita, el valor de esos patacones va a converger rápidamente a cero. Porque es sabido que tan pronto emitan cien, van a tener que emitir mil y luego un millón, etcétera. Y la dolarización no resuelve absolutamente nada de esto si no se resuelve antes la cuestión de la irresponsabilidad fiscal.

¿Qué sucede cuando un gobierno promete lo que no puede pagar? En breve tiene que emitir patacones y la dolarización no resuelve absolutamente nada de esto si no se resuelve antes la cuestión de la irresponsabilidad fiscal.

Esto no es una cuestión de ortodoxos u heterodoxos, y aconsejo a cualquiera que hable en esos términos que revise los datos de los países. Los que tienen antecedentes de haber hecho macanas, son muy disciplinados porque otra no les queda. Por ahí encontrás algún país como Estados Unidos que emite divisas que no tiene que ser tan disciplinado, o los Europeos que tienen mecanismos de apoyo, pero todos ellos para entrar en la UE primero tuvieron que ordenar sus cuentas y comprometerse a no tener más de 3% de déficit, no tener más de 60% de deuda sobre PBI, tasa de interés alineada en no más de puntos con la de la Unión. Y nosotros no cumplimos con ninguno de esos requisitos. Va a ser difícil que nosotros arreglemos las cosas si no cumplimos con las reglas que tiene un país europeo en Maastrich. En otro momento le habría dicho que son reglas muy laxas, hoy son una quimera.

¿Por qué discrepa con el diagnóstico de que el crecimiento después de la crisis va a ser en forma de L?

Para mí, vamos a una W, lo que se conoce como "double deep" porque se han dado una serie de condiciones que llevan a un nuevo episodio de contracción. Solo por mencionar una, la contracción de crédito ahora acelerada después del 11 de agosto que genera un crunch en muchas ramas de actividad desde la exportación hasta la doméstica, eso genero un crunch en el consumo también porque el único crédito que se puede tomar hoy es una subsidiado. Y transitoriamente -y no sé cuánto puede extenderse- también tenemos una tasa de inflación bastante más elevada de la que tenías prevista y acelerándose, y mientras se acelere los salarios y las jubilaciones no se pueden recuperar. El escenario previsto de recuperación de salarios reales hacia fin de año quedó abortado, hay que esperar una caída. Los drivers del modelo vuelven a dar para abajo y la actividad difícilmente pueda rebotar.

Luego hay otros elementos externos como ser que el mundo está creciendo menos y eso afecta a la demanda global, pero no son el elemento central acá. Los drivers domésticos que son lo central muestran una contracción de la inversión y del consumo privado. Eventualmente las exportaciones podrán dar algo de soporte, pero esencialmente tuvimos un episodio en el que la economía cayó, repuntó un poco y ahora se vuelve a caer.

Esto no es la W todavía. Es la mitad, ya veremos si la salida de la W es más bien rápida o más lenta. Yo diría que si se hacen las cosas no muy mal -ya no digo bien-, entonces es posible que en algún momento se vislumbre la salida. Pero para eso primero el Gobierno tiene que convencer a todos de que las cosas van a ir bien. Recordemos que el apoyo a un gobierno no es irrestricto, dura unos tres meses o seis meses. Por las dudas es mejor que, por las dudas, se piense en tres meses.

"Los controles de cambio pueden volverse más restrictivos hasta que se recupere la confianza"

Cuando Macri responsabilizó a Alberto Fernández por la última devaluación, él respondió que la última vez que hubo superávits gemelos él era jefe de gabinete. ¿Se puede pensar en un escenario similar? Porque esos superávits vinieron detrás de una muy fuerte devaluación.

En ese entonces no había mecanismos de indexación. En 2002, la inflación fue del 40%, pero con jubilaciones que no ajustaban automáticamente, entonces cayó fuertemente el gasto público y también cayó el gasto público en salarios. La crisis dio una contracción del 10,9% del PBI, una genuina implosión. Para los que no lo recuerdan la tasa de interés en junio de 2002 era del 129%. Si el 83% es mucho, sin duda, el 120% es más. La verdad es que es una porquería la situación, lo era en ese momento y es una porquería hoy.

Pero con esa implosión, lo que tenías de déficit de cuenta corriente, pasó a ser superávit de 8 puntos del PBI (Y cuando terminó el gobierno de Cristina era de 3 puntos de déficit y en comienzos de 2018 íbamos hacia los 6 puntos de déficit) y un superávit fiscal de 4 puntos. Eso les dio la posibilidad de estar en el gobierno cuatro años deteriorando los superávits gemelos y estaban en la gloria porque seguían teniendo superávit y en el medio hubo precio internacional récord de la soja. Y los deterioraron hasta que en 2009 pasaron a déficits gemelos de los que no nos curamos nunca más. Cuando no les alcanzó la plata, nacionalizaron los fondos de pensión y sacaron margen de distintas cajas para seguir tirando. En 2015 se acabaron las cajas y la situación era bien compleja, pero en lugar de arreglarla, la agravaron con déficit y deuda en 2016 y 2017... y como se dice en la calle, fuimos boleta.

Sobre la frase de Fernández, lo que puedo decir es que es muy cómodo ser ministro en el año 2004 con superávit y recuperando actividad -que en ese entonces eran todavía inferiores a los niveles de 1998-, ampliando el gasto y siguiendo con superávit. Pero es muy probable que la nueva administración si hace las cosas razonablemente, en el año 2022 esté recuperando el nivel de actividad de 2017. Es decir son caídas con posteriores recuperaciones que llevan mucho tiempo, como le pasó a España, a Portugal o a cualquiera de los países que ponen como ejemplo, pero hay que dar los ejemplos completos.

Le voy a hacer un cuentito que resume el viejo problema de la macroeconomía argentina: tomemos 45 años, desde 1975 hasta 2019; en ese período el 55% del tiempo, Argentina creció; el 45% del tiempo se cayó. No es la peor performance del mundo porque siempre hay cuatro o cinco o países que se las ingeniaron para hacerla peor que nosotros, pero casi. Y el resto del mundo hizo las cosas mejor. Esto indica que nuestras dificultades para crecer no son un problema del año 2018 ni del 2013, no es una cuestión de si Kicillof, o Prat Gay o Dujovne, es que cuando crecemos no lo hacemos a las tasas de los países asiáticos y cuando caemos sí lo hacemos a tasas chinas; y esto es un problema de todos los problemas de todos los gobiernos que han actuado con instituciones y reglas que llevan a este desempeño mediocre. Si no cambiamos esas reglas, como decía Einstein, vamos a tener el mismo resultado.

Esto no se resuelve imprimiendo un poco más de pesos ni soluciones mágicas, no digamos tonterías. Si seguimos haciendo lo mismo, en un año vamos a estar discutiendo lo mismo, de cómo estabilizar la macro para que la gente pueda salir a la calle y hacer sus compras de todos los días y saber cuánto cuestan las cosas y hacer su vida cotidiana, normal. Y aunque parezca distante la discusión de los holdouts y Doña Rosa, eso requiere primero que resuelvan este lío en el que se metieron de defaultear la deuda. Porque si no se resuelve, no va a haber plata ni para pagarles a los empleados públicos.

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  • 1
    alombardi
    23/09/19
    10:22
    Como puede ser que esta gente que viene pifiando en toooodo desde hace treinta años sigan opinando? debería darles vergüenza y buscarse un laburo honesto.
    Responder
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