Claudio Bonadio concretó este viernes un paso que se esperaba desde hace semanas: envió a juicio oral y público a Cristina Kirchner por la causa de los cuadernos. Junto a la ex presidenta, el magistrado mandó al banquillo a Julio de Vido, Roberto Baratta y otro medio centenar de ex funcionarios y empresarios.
En Comodoro Py se descontaba que el juez federal daría ese paso antes de las elecciones generales de octubre, una maniobra para evitar que el muy posible cambio de gobierno arrastre su investigación a la nada.
En los tribunales se especula además con que esta será la última movida importante de Bonadio como juez. Como reveló LPO, cuando en mayo pasado pidió licencia por una intervención quirúrgica el magistrado empezó a analizar su retiro de la justicia.
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Ese proceso se aceleró tras el rotundo triunfo de Alberto Fernández en las primarias de agosto. Bonadio es uno de los jueces que tomó esa noticia como un aviso de que sus tiempos en la justicia acaso empezaron a agotarse. Previsor, ya en 2017 había comenzado sus trámites jubilatorios.
Bonadio, el factótum del desfile de kirchneristas por Comodoro Py y las cárceles en los últimos tres años y medio, puede creer con razón que a partir de diciembre podría enfrentar un contraataque fuerte de Cristina y sus laderos. Las ideas del kirchnerismo duro, expuestas por la fiscal Caamaño, parecen ir en ese sentido.
En ese contexto, Bonadio firmó este viernes una resolución con la elevación a juicio oral e insistió con su pedido de desafuero de Cristina Kirchner, "con el fin de cumplir con la prisión preventiva" dispuesta en este expediente y confirmada en segunda instancia.
De esta forma, el magistrado resolvió la finalización de la etapa de instrucción de este expediente que ahora será enviado al Tribunal Oral Federal (TOF) 7 que salió designado por sorteo para llevar adelante el debate que tendrá en el banquillo de los acusados a medio centenar de imputados, entre ex funcionarios y empresarios.
Entre las personas que deberán sentarse en el banquillo de los acusados por este expediente y dos de sus derivaciones, se cuentan Baratta, De Vido, José López y Claudio Uberti, entre otros ex funcionarios. A ellos se suman los empresarios Carlos Wagner, Enrique Pescarmona, Aldo Roggio, Eduardo Eurnekian, Alberto Taselli, Gerardo Ferreyra y Ángelo Calcaterra, entre otros.
En este expediente, la ex presidenta está procesada con prisión preventiva -aunque con esta última medida sin cumplir por gozar de fueros parlamentarios- como presunta responsable de los delitos de asociación ilícita, "en calidad de jefa", y cohecho pasivo, en calidad de coautora. En tanto, el detenido De Vido está procesado y bajo prisión preventiva por los delitos de asociación ilícita, en calidad de organizador; y cohecho pasivo, en calidad de coautor, del mismo modo que Roberto Baratta.
El magistrado también elevó a juicio el tramo de la causa en el que se investigan maniobras de supuesto lavado de dinero protagonizadas por el fallecido ex secretario presidencial Daniel Muñóz y su entorno y el segmento del expediente en el que se investigan irregularidades en el otorgamiento de subsidios a empresas vinculadas con el transporte ferroviario.
En el mismo fallo, Bonadio dispuso el sobreseimiento de los líderes de La Cámpora que habían sido involucrados por José López. Se trata de Máximo Kirchner, Eduardo "Wado" De Pedro y Andrés "Cuervo" Larroque, además de los ex camporistas José Ottavis y Julián Álvarez. De todas formas, existe aún un expediente desprendido que está en manos de la jueza María Servini en la que se investiga si fue utilizado dinero ilegal en campañas electorales.
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Bonadio la estiraba y la estiraba porque la Camara lo va a putear en sánscrito cuando lean todo el expediente lleno de irregularidades, soplones, espias presos, aprietes y testigos falsos.