El martes pasado, un hecho de enorme trascendencia conmovió a la provincia de Santa Fe cuando se supo que el Jefe regional de la Policía Federal, Mariano Valdés, había sido herido de bala en la autopista Rosario-Buenos Aires en un presunto ataque perpetrado desde una camioneta que habría interceptado el Ford Focus en el que se trasladaba el efectivo a la altura de la localidad de Figueras.

La grabación de una de las cámaras de seguridad de la estación de servicios YPF "Las Mellizas" captó el momento en que el auto baleado llega a la playa de estacionamiento y bajan el comisario Mariano Valdés y su acompañante, la suboficial Roxana González.

A las pocas horas, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, alentó la versión de un "ataque mafioso" descartando una situación de robo común y arriesgó que el atentado podría haber provenido desde alguna banda narcocriminal.

La hipótesis cobra sentido si se tiene en cuenta que el comisario asumió la dirección de la delegación Santa Fe en mayo pasado en reemplazo de Marcelo Lepwalts quien fue procesado junto a otros cinco policías por presunto tráfico de drogas al encontrarse cocaína preparada para la distribución en la sede policial. Las primeras sospechas apuntaban a la institución.

 [Sospechan de efectivos policiales detrás del atentado al jefe de la Federal de Santa Fe]

En su declaración judicial, Valdés, quien viajaba en compañía de la suboficial Roxana González, narró que al momento de detener el auto en la banquina fueron interceptados por desconocidos que bajaron de una camioneta y comenzaron a dispararles. Según esta versión, los policías habrían repelido el ataque con sus armas reglamentarias.

Sin embargo, las primeras pericias médicas sobre las dos heridas que recibió Valdés dan cuenta que el tiro en la zona de la ingle presenta una aureola de ahumamiento propia de un disparo que se efectúa desde corta distancia lo cual pone en contradicción la versión que dieron los protagonistas, según publicó el periodista Hernán Lascano en el diario La Capital.

Como consecuencia, empieza a cobrar fuerza la hipótesis de un conflicto al interior del Focus entre el comisario y la atractiva suboficial de 27 años que de confirmarse, comprometería a González como autora de los disparos y dejaría expuesta una historia ajena a las conjeturas vinculadas al mundo del hampa y al crimen organizado.

El Ford Focus donde viajaba el comisario Valdéz junto a Roxana González 

Además, en la reconstrucción que hicieron desde el Ministerio Público de la Acusación -MPA-advirtieron que el comisario se desvió 35 kilómetros para pasar a buscar a la suboficial por la casa para luego viajar hacia Rosario. La joven hace ocho meses que está en la fuerza y hasta entonces, trabajó como promotora de eventos, informó La Capital.

A su vez, entre los investigadores hay dudas sobre el lugar exacto donde se habrían producido los sucesos ya que hay una diferencia de 10 kilómetros entre el sitio indicado en las testimoniales y el presunto punto donde se recolectaron pruebas.

Según los rastrillajes en la zona, tanto de la policía provincial como los de Gendarmería, sostienen que se encontraron vainas servidas que corresponderían a una tercera arma y huellas de una camioneta al lado de las del Focus. Por lo tanto, abonarían la versión del comisario pero entran en incoherencia con los resultados de las pericias médicas.

En la fiscalía provincial se mueven con mucha cautela y atentos a cualquier intento por fabricar una escena que difiera de lo ocurrido, un recurso al que suelen apelar las fuerzas policiales para encubrir delitos internos.

En paralelo, hay un sugestivo interés de parte de la justicia federal para hacerse del expediente a partir de una solicitud presentada por el fiscal federal Guillermo Lega aunque desde el Ministerio Público de la Acusación consideran de "infundado" el pedido ya que no hay elementos que justifiquen el cambio de jurisdicción, informó el diario rosarino.

Por lo pronto, la fiscalía interviniente pidió el apartamiento de los federales en la investigación y continuar las pesquisas con la PDI y los recursos técnicos y profesionales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de la provincia. A su vez, requirieron la presencia de Roxana González a Rosario por la fuerza pública.