Hernán Lacunza presentará el proyecto de presupuesto de 2020 el lunes 16 en la Cámara de Diputados, aun sin haber enviado el proyecto de ley para reprogramar la deuda bajo legislación local que prometió hace dos semanas.

Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron a LPO que el ministro cumplirá con el mandato constitucional que lo obliga a presentar el 15 de septiembre el cálculo de gastos e ingresos del año posterior, mientra que en el Congreso todavía no tenían la agenda prevista para recibirlo. Se demorará un día por coincidir con un domingo.

Lacunza por ahora tiene previsto liderar la presentación aunque en esta semana podría definir si viaja a Washington a negociar el desembolso de 5400 millones de dólares que el FMI tenía comprometido para este mes, pero postergó después de las reuniones de sus técnicos con el ministro y unos días después con Alberto Fernández.

La demora lo obligó a anunciar la postergación de los pagos de la deuda emitida por el Gobierno, mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, y el inminente envío de un proyecto de ley para reprogramar los pagos de bonos emitidos bajo legislación local.

Lacunza no envió su proyecto para reprogramar deuda y deberá detallar en el presupuesto cómo planea conseguir fondos para pagar los vencimientos. En el peronismo no quieren debatir ese tema con él.

El proyecto nunca llegó, porque las conversaciones entre Lacunza, Rogelio Frigerio y los referentes de la oposición fueron escasas o nulas y no sirvieron para avanzar en un proyecto común.

Alberto Fernández y Sergio Massa reconocieron ayer que conversaron con Macri el fin de semana pasado pero admitieron que no están dispuestos a trabajar en equipo para reprogramar la deuda, pese a que en 2020 quien gane en octubre podría tener graves problemas para afrontar los vencimientos.

En los bloques opositores no hay expectativas ni interés por debatir el impacto de la deuda a partir de un apunte escrito por Lacunza, según se escuchó en las reuniones que los senadores del PJ y los diputados del FpV-PJ tuvieron la semana pasada, cada uno por su lado. 

De hecho, admiten que difícilmente el presupuesto se trate antes del 10 de diciembre, cuando se renovará la mitad de la Cámara de Diputados, un tercio del Senado y podría asumir un nuevo presidente si Macri cae en octubre, como avizoran todas las encuestas. 

Pero el preisdente no podrá ignorar el cálculo de la deuda que dejará su mandato, porque el plan financiero que acompaña cada presupuesto tiene la misión de explicar cómo cubrirá cada gasto proyectado, entre ellos los vencimientos de deuda, inclusive la que pospuso mediante su DNU.

Lacunza deberá justificar el avanza del presupuesto que envió en marzo su antecesor Nicolás Dujovne, con cifras que no tomaban en cuenta la devaluación que llegaría después de las primarias. Calculó una caída del 0,8% para este año, un crecimiento del 3,5% en 20200, para cuando evitó calcular la inflación.

Para este año la pronosticó en "un valor algo inferior" al 40,3%, casi 15 puntos por debajo de la proyección de los privados de las últimas semanas.