La Guerra Comercial entre Estados Unidos y China sumó un nuevo capítulo que reduce aún más las pocas posibilidades de llegar a un acuerdo. Este viernes, el gobierno de Xi Jinping anunció una imposición de aranceles adicionales de entre un 5% y un 25% a productos estadounidenses valorados en USD 75.000 millones, que incluyen bienes estratégicos en el mercado global como vehículos, soja y petróleo.

La arremetida de Beijing surge como respuesta a una medida similar tomada por Trump a inicios de agosto, a la cual ya habían reaccionado con una devaluación del yuan que desató una guerra de monedas.

Como era esperable, el mandatario norteamericano hizo una descarga inmediata vía Twitter, donde ordenó al sector empresario a comenzar una sustitución de importaciones de los productos asiáticos.

China devaluó el yuan en respuesta a Trump y hablan de "guerra comercial abierta"

"Nuestras grandes compañías están ordenadas por la presente a buscar inmediatamente una alternativa a China, que incluya traer a sus compañías a casa y hacer sus productos en los Estados Unidos", subrayó.

"Nuestro país perdió estúpidamente trillones de dólares con China durante años. Han robado nuestra propiedad intelectual y quieren continuar. ¡No dejaré que eso suceda! No necesitamos China", agregó., prometió que esta tarde anunciará nuevas represalias, lo que generó un derrumbe en las principales plazas bursátiles del mundo. 

Como si fuera poco, por la tarde profundizó el alza de aranceles de agosto y subrayó que aquellos que estaban gravados con un 25% pasarán a tributar un 30%, en cuanto que los que debían abonar un 10% a partir del 1 de septiembre aumentarán al 15%.

Esto generó un derrumbe en las principales plazas bursátiles del mundo. En Wall Street, el Dow Jones caía un 2,37%, el Nasdaq un 3,15% y el S&P 500 un 2,59%. En tanto, en Europa Francia retrocedía un 1,14%, Londres un 0,47% y Alemania -principal socio comercial chino-, un 1,15%.

Trump anunció nuevos aranceles a China y se derrumbaron las bolsas: el Merval perdió 3% en una hora 

A pesar de su contundente reacción y su retórica nacionalista, la escalada del conflicto dificulta seriamente a Donald Trump, quien deberá transitar su campaña por la reelección con una economía que todos los analistas proyectan que se desacelerará rápidamente.

Con posiciones muy distantes en materia comercial y con la gran tensión militar en relación al conflicto de Hong Kong en el Departamento de Estado, es difícil avizorar una solución a un diferendo que golpeará a la base de votantes republicanos agrícolas del centro del país.

De esta manera, Trump necesita cada vez más de una ayuda de la Reserva Federal (Fed) para aplicar una política monetaria más agresiva que compense los efectos de una probable merma del comercio exterior. Es por eso que el neoyorquino volvió a cargar contra Jerome Powell: "Como siempre, la Fed no hizo nada. Mi única pregunta es, ¿quién es nuestro enemigo más grande, Jay Powell o el presidente Xi?".