En medio de fuertes internas la Administración General de Puertos (AGP) decidió postergar la apertura de sobres para elegir al nuevo concesionario del Puerto de Buenos Aires. En el sector sospechan que la licitación estaría direccionada hacia la empresa singapurense PSA y que el macrismo tiene apuro por cerrarla antes del 10 de diciembre. Sin embargo, el resultado de las elecciones podría dejar a Nicolás Caputo fuera de juego.

La constitución porteña contempla la transferencia del puerto de Buenos Aires a la Ciudad, pero hasta ahora ninguna gestión nacional se decidió a abandonar esa lucrativa caja y pospuso el traspaso. Mauricio Macri prometió avanzar, pero a pesar de los reclamos de Horacio Larreta el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, prefirió cerrar el mismo la licitación.

En principio habían previsto la apertura de sobres para el 2 de octubre de este año, pero las internas del gobierno obligaron a postergar esa decisión dos meses más. "Atento a la envergadura de esta Licitación, la complejidad y el volumen de la documentación contractual y de las ofertas a ser presentadas; y teniendo en cuenta las consultas vertidas por los potenciales oferentes", se explica en la resolución publicada el viernes en el Boletín Oficial.

Claro que todo se retrasó más de lo esperado: en 2020 vencen las prórrogas de las actuales concesionarias APM Terminals, Dubai Ports World (DP World) y Hutchinson BACTSSA. Si bien hay acuerdo sobre la necesidad de modernizar el puerto, los 3000 empleados que allí trabajan aún no saben cómo continuará su relación laboral con las empresas.

La licitación comenzó con el pie izquierdo. Para redactar el pliego Gonzalo Mórtola y Dietrich decidieron contratar de manera directa a una compañía de la española INDRA. Estaba estipulado que cobrara 12, 5 millones de pesos, pero terminó facturando al Estado casi el doble.

La licitación comenzó con el pie izquierdo. Para redactar el pliego licitatorio que serviría para desarrollar el proyecto Gonzalo Mórtola, director de la AGP, y Dietrich decidieron contratar en forma directa a una compañía dependiente de la española INDRA por su "su experiencia" y "conocimientos" del sector. Estaba estipulado que ALG cobrara 12, 5 millones de pesos por sus servicios pero terminó facturándole casi el doble de dinero al estado argentino.

"Nicky" Caputo fue nombrado cónsul de Singapur y va por el puerto de Buenos Aires

¿Qué sucedió? La compañía española realizó un proyecto donde proponía dividir el puerto en dos y concesionarlo a diferentes empresas. Ambas terminales, licitadas por entre 25 y 30 años, quedarían dentro de la Ciudad pero con las reformas estructurales podían duplicar la actual capacidad del puerto de 1,5 MTEU (Unidad Equivalente a Veinte Pies- Unidad de medida para la capacidad de contenedores) a casi 3 MTEU.

En principio el gobierno abrazó la iniciativa, aunque luego llegó el cambio de planes: Nicky Caputo, el hermano del vida de Mauricio Macri, comenzó a jugar fuerte para que Singapur se quedara con la operación de todo el puerto. La aparición de Singapur no es casual: El amigo de Macri fue nombrado cónsul por ese país y el gobierno s eencargó que el Congreso le aprobara la designación en un trámite express.

El empresario Nicolás "Nicky" Caputo junto a Marcos Peña.

Según pudo saber LPO, la empresa singapurense habría realizado fuertes aportes a la campaña del PRO a cambio de intervenir activamente en el diseño del pliego, que parece un "traje a medida" de PSA. Los pagos se habrían triangulado a través de una empresa de alquiler de automóviles que el hermano de un poderoso ministro macrista tiene en Europa. Por eso, ante la posibilidad de que el oficialismo caiga en las elecciones de octubre, hay inquietud entre los inversores.

PSA prefería que un solo operador que quedara a cargo de todo el puerto, eso permitiría mayor discrecionalidad en las decisiones. Además la empresa singapurense pretendía que la licitación se extendiera por 35 años prorrogable a otros 15 en lugar de los 25 a 30 iniciales.

La empresa de Singapur que empuja Caputo habría realizado fuertes aportes a la campaña del PRO a cambio de intervenir activamente en el diseño del pliego de la concesión del Puerto. Los pagos se habrían triangulado a través de una empresa de alquiler de automóviles que un familiar de un ministro de Macri tiene en Europa. 

Por eso el gobierno le pidió a Indra que confeccionara otro proyecto para el puerto. El segundo plan, que le costó al estado argentino 330 mil dólares más, prevé que el puerto esté ubicado sobre dos islas en el Río de la Plata. Las terminales exteriores permitirían desocupar los terrenos del actual puerto de la Ciudad para dedicarlo enteramente al negocio inmobiliario.

El nuevo desarrollo incluiría un puerto para cruceros, un gigantezco shopping y tierras vírgenes para construir viviendas de lujo, uno de los metiers de Nicolás Caputo. A pesar de que figura en los pliegos, la AGP no realizó ningún estudio de impacto ambiental, lo cuál siembra sospechas sobre la intención de construir esas islas. El dinero para desarrollar las nuevas terminales, según vislumbra el gobierno, saldría de las arcas de la administración nacional.

Sin embargo los constantes cambios en el pliego requeridos por PSA retrasaron la licitación, que ahora corre peligro.