María Eugenia Vidal ensayó una autocrítica al prometer que reflexionará sobre el mensaje que le dejaron las urnas luego de la derrota aplastante contra Axel Kicillof. Sin embargo, respetó la línea de la Casa Rosada al culpar al peronismo por la jornada caótica que se vivió en los mercados y provocó: "El mundo también se expresó".  

"Hubo poco espacio anoche. Nos debíamos este encuentro", arrancó la gobernadora este lunes al romper el silencio que mantenía desde la noche del domingo, cuando se la vio muy afectada en el búnker de Juntos por el Cambio. Por eso, esta tarde intentó llevar un mensaje de tranquilidad en medio de un entorno derrotista.

La gobernadora encabezó la conferencia junto a su vice Daniel Salavador mientras que su mano derecha, Federico Salvai, la miraba desde primera fila y se retiró sin hacer declaraciones. 

Los dirigentes más cercanos a Vidal no ocultan su malestar con los funcionarios nacionales, sobre todo con Marcos Peña, por haber dilapidado sus chances de retener la Provincia cuando le impidieron desdoblar la elección. "Quemaron a la política con mejor imagen del país", se lamentaban anoche en el comando de campaña de Costa Salguero, en un reclamo que seguía vigente este lunes.

No obstante, la gobernadora evitó cualquier declaración que la hiciera entrar en cortocircuito con Mauricio Macri. "En mi vida política yo no especulé. Nunca lo hice ni cuando decían que iba a ser candidata a presidenta. Siempre supe que este es mi lugar. Esta es una provincia que necesita muchas cosas, eso no puede no ser prioridad frente al desdoblamiento", dijo y sostuvo el argumento que repitió durante la campaña. 

"La elección de ayer nos está diciendo que tenemos que escuchar más", admitió y -a diferencia de la postura que tomaría Macri un rato más tarde- ella dejó entrever que hay posibilidad de volver a perder: "Esta va a seguir siendo nuestra actitud, más allá de octubre. Porque mi compromiso es con los bonaerenses más allá de la elección", remarcó y aclaró: "Todavía nos queda una instancia más de escucha que es octubre".

En su única intervención durante la conferencia, Salvador también dio a entender que piensan en una derrota y mencionó que si el resultado de anoche se repite en octubre garantizarán una "transición ordenada".

En cuanto al sacudón de los mercados, Vidal analizó que "ayer los argentinos nos dieron un mensaje y hoy el mundo nos dio un mensaje que tiene que ver con la probabilidad más baja de que Cambiemos siga gobernando". En ese sentido, respetó a rajatabla la campaña del miedo que promueven en el Gobierno y afirmó: "Yo creo que los argentinos no queremos poner en riesgo la gobernabilidad".

La gobernadora evitó hacer declaraciones sobre Axel Kicillof, cuyo rol minimizó durante la campaña al afirmar que de ganar la gobernación quedará en manos de Máximo Kirchner. Aseguró que no llamó al ex ministro y que sólo lo hará en caso de que se consagre gobernador en octubre. 

"La única estrategia que tenemos es la de Macri. La instrucción que nos dieron es: una campaña todo o nada", admitió un candidato del Conurbano en diálogo con LPO. Y agregó: "Esto es Titanic, ya pasamos la parte de los músicos y ahora estamos en los botes, discutiendo si se conserva o pierde lo que nos queda, como la Ciudad. No hay una línea línea clara para dónde seguir. Tenemos reuniones pendientes donde nos dirán qué hacer":