Consenso Federal dio a conocer, cerca de las 21 horas el resultado de las 250 mesas testigos de toda la provincia que suelen reflejar una tendencia bastante exacta respecto a los números finales. Un sistema que el socialismo desarrolló en la ciudad de Rosario y perfeccionó en la provincia.

Según los datos preliminares, el peronismo estaría logrando un triunfo contundente con ocho puntos de diferencia: 42.5% el Frente de Todos; 34,5% el Frente Juntos y 13% Consenso Federal y el 1,5% de voto blanco, una porción muy baja para una interna abierta.

En el peronismo sostienen que la diferencia podría aumentarse a 10 puntos según el escrutinio paralelo que están haciendo y destacan resultados históricos en Rosario cerca de los 45 puntos y el macrismo por debajo de los 30: "hay que remontarse a la elección de Reviglio-Vanrell para encontrar un triunfo tan holgado como este" sostuvo un dirigente histórico del PJ a LPO.

Hay dos factores que manejan en el peronismo para explicar el amplísimo triunfo de la fórmula Fernández-Fernández. Por un lado, el apoyo inmenso de Omar Perotti quien se puso la campaña de Alberto al hombro y salió a caminar la provincia, juntar a 14 gobernadores y organizar un acto de cierre en el Monumento a la Bandera que convocó a más de 150 mil personas.

El otro punto que destacan es el vuelco masivo de socialistas de la línea de Antonio Bonfatti al candidato del Frente de Todos, un sendero que comenzó a transitar el diputado Eduardo Di Pollina en el medio de la campaña y que le costó fuertes repudios de parte del sector de Lifschitz. Pocos días antes del inicio de la veda, Di Pollina lanzó "Bases", una corriente interna dentro del PS que podría explicitar el voto a Fernández para octubre.

En cuanto a la categoría de diputados nacionales donde la provincia de Santa Fe pone en juego 10 escaños registraron un muy bajo corte de boleta con 41 puntos para el peronismo, 33 para el macrismo y 13 por ciento para Enrique Estévez, el candidato socialista de Compromiso Federal. De mantenerse estas diferencias, el candidato progresista podría retener la banca en la Cámara Baja.