Alfredo Cornejo no se rinde. No consiguió que Marcos Peña se comprometiera a nombrarlo como presidente de la Cámara de Diputados si Macri es reelecto, cargo reservado para Cristian Ritondo, y ahora busca apoyo de sus correligionarios para ser jefe del bloque radical desde diciembre.
Sumó un nuevo escollo: por pedido de Miguel Pichetto y de él mismo Peña levantó el veto para ser candidatos a los derrotados en las elecciones provinciales y asà Mario Negri liderará la lista de Córdoba y renovará su banca e intentará seguir siendo el presidente de la UCR y, si Macri sigue en la Casa Rosada, del interbloque Cambiemos o Juntos x el cambio. Como se llame.
Calcula que habrá entre 42 y 46 radicales en sus bancas y ya tiene punteada más de la mitad a su favor, tanto que sus colegas más cercanos ni siquiera imaginan que Cornejo ponga la cara. "Seguro que elige uno suyo para que pierda y pedir otra cosa. Alfredo no se va a exponer a una derrota inútil", especulan. Imaginan dando pelea a Carla Carrizo, cercana a MartÃn Lousteau.
Cornejo y Negri no se llevan bien y, cada tanto, se nota. La semana pasada, el mendocino promovió una ley para eliminar las primarias, el macrismo quedó perplejo por la novedad y el jefe del interbloque lo dejó caer.
En el Senado los radicales están más unidos y presionan a Peña para reemplazar a Federico Pinedo como presidente previsional. El elegido es Luis Naidenoff y si llegara a haber un presión por cubrir el lugar con una senadora, habitual por estos dÃas en la Cámara alta, la elegida es la tucumana Silvia ElÃas de Pérez.
Se trata ni más ni menos que del tercer lugar en la lÃnea de sucesión, después del presidente y el vice, que la UCR prefirió resignar para Miguel Pichetto.
En el Senado los radicales también controlan el interbloque, con Luis Naidenoff, y a diferencia de Diputados, seguirán siendo la fuerza más numerosa de la coalición. Podrán pedirlo.
