Desde el ya emblemático café de Sergio Massa con Alberto Fernández, en el kirchnerismo esperan ansiosos la foto que sellará el retorno definitivo a sus filas. Sin embargo, aunque se juntó varias veces con Cristina, el tigrense eligió postergar al máximo la difusión de esa imagen incómoda.

Fue especialmente cuidadoso el último martes, cuando pidió que no quedaran rastros del asado que compartió con la ex Presidenta en Avellaneda. Con Jorge Ferraresi como anfitrión, estuvieron Axel Kicillof, Verónica Magario, Fernando Espinoza y Marín Insaurralde. Alberto nunca llegó porque se "estiró" una reunión anterior. 

Mientras que para todos los comensales compartir la foto hubiera sido una victoria placentera, Massa determinó que su acercamiento sea en cuotas y por ahora eso se le respeta. Por eso, resolvieron encarar una campaña con "roles divididos", en la que cada uno "aporte desde donde es más fuerte", justifican a LPO cerca de la ex Presidenta.

En la cumbre en lo de Ferraresi se repasó la estrategia que unas horas antes habían planteado los equipos de campaña en una reunión de "coordinación" en el Patria. 

Como contaron a este medio, la idea es que Cristina recorra el país para presentar su libro, en principio evitando lugares hostiles. Su objetivo es reforzar la "mística" y el voto duro, por eso este sábado se mostrará en Chaco con Jorge "Coqui" Capitanich. Alberto no la acompañará a esos destinos, sino que se enfocará en recorrer las provincias para fortalecer la relación con los gobernadores peronistas y "darse a conocer". Ya planifica una gira con Massa, que arrancará la próxima semana en Jujuy, donde el líder del Frente Renovador ganó en 2015. También hablaron de ir juntos a Chubut, donde Massa tiene una excelente relación con Mariano Arcioni.

Alberto busca más respaldo de los gobernadores y se muestra con los jefes del Frente Renovador misionero

Massa hará campaña en las provincias en las que más mide y sobre todo en territorio bonaerense, concentrado en el interior y en algunos municipios de la Primera Sección. En el entorno de Kicillof no descartan alguna recorrida conjunta, aunque admiten que esquiva ponerle fecha a esa foto. 

El 12 de julio, en el lanzamiento formal de la campaña, Cristina tiene en agenda una presentación en Río Gallegos. En su círculo se debatía esta semana si esa debía ser una aparición igual a las anteriores o si era mejor montar allí el acto oficial de lanzamiento. Acaso esa definición también está atada a la decisión de Massa, ya que podría organizarse en Buenos Aires en caso de que acceda a subirse al escenario con todos.   

Cristina en Santiago del Estero

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Las conversaciones entre Massa y Alberto son frecuentes, pero los temas también son debatidos en la mesa tripartita que conformaron en el Patria. La idea es que funcione como un equipo central, pero todavía no está aceitado. De las últimas reuniones participaron hombres de la comunicación y políticos de cada candidato. Se vio por el búnker a Juan Pablo Biondi y Santiago Cafiero en representación de Alberto, también a Juan Courel que se acercó a ellos por Felipe Solá. Están los habitués de Cristina, como Hernán Reibel, Santiago "Patucho" Álvarez y Fabián Rodríguez, además de los históricos voceros de Massa que aclaran que trabajan bajo el comando de Antoni Gutiérrez Rubí.

Pese a que esta semana está en el exterior, Massa escucha a diario los consejos del asesor catalán. "Siete de cada diez personas hoy son opositoras. Quieren sustituirlo a Macri, por eso hay que enfocarse en la construcción de una coalición política que lo sustituya. Hablar de otro camino, otro gobierno", le repite. La recomendación es que continúe hablándole a la clase media con un "eje propositivo", muy característico del Frente Renovador. "Hay que sumar desde nuestra identidad", es el mantra del massismo. Por eso, el tigrense también lanzó Academia Digital, un nuevo equipo de redes para capacitar a los propios, coordinado por la diputada provincial Valeria Arata.

En el kirchnerismo aseguran que, pese a la campaña segmentada, el Patria será el centro neurálgico de toda la campaña. Mientras hablan de fortalecer la comunicación con medios del interior, se encargan de recordar un dato curioso que toma un significado especial en estos tiempos: antes de convertirse en el búnker de Cristina, las oficinas de ese edificio estaban ocupadas por Massa, que en 2016 se mudó a Avenida del Libertador. "Sergio volvió al Patria", se escucha por los pasillos.