Pablo Javkin logró resistir la ola peronista y coronó su esforzado ascenso a la primera línea de la política santafesina al imponerse por apenas 8.000 votos a Roberto Sukerman, el candidato de Agustín Rossi que hizo una gran elección y luego de un escrutinio muy tenso terminó reconociendo su derrota.

Si bien Javkin integró el Frente Progresista que lideran los socialistas, lo cierto es que logró ser candidato al provocarle a esa maquinaria su primer derrota significativa en las primarias cuando se impuso a la socialista Verónica Irizar, candidata del gobernador Miguel Lifschitz.

Su triunfo también confirma lo que en su momento Javkin le dijo a LPO después de ganar las primarias, los rosarinos habían encontrado en su candidatura una manera de cambiar el Frente Progresista desde adentro y terminar con décadas de gobierno socialista que se mostraban agotadas. 

El radicalismo macrista pierde la ciudad de Santa Fe a manos del socialismo

Javkin que proviene de Franja Morada y tuvo un paso por la Coalición Cívica, se convierte así en el primer intendente de Rosario que no proviene del socialismo, completando un domingo negro para esa fuerza que perdió la provincia que gobernaba hace doce años.

Con el desgaste lógico de años en el poder y que el domingo se materializó en la pésima elección que hizo la actual intendenta Mónica Fein en la categoría de senadores donde fue vencida por el periodista Marcelo Lewandowski en su primera experiencia en la política, el ex Franja Morada debió ensayar un fino equilibrio entre continuidad y renovación. Con un peronismo unido en la vereda de enfrente que amenazaba con dar el batacazo también en Rosario, dejó de lado experimentos extraños y apeló a la vieja fórmula de la política: reclutar el voto radical que durante años estuvo desperdigado en distintos espacios.

En la última semana, con un acto colmado en la departamental, Javkin se convirtió en la esperanza radical revitalizando el sueño de volver al Palacio de los Leones "como en el 83". De esta manera, el abogado logró sintetizar ese anhelo y lograr el apoyo hasta del díscolo Jorge Boasso quien había participado de la interna de Cambiemos contra Roy López Molina pero en las generales le brindó apoyo explícito al ex lilito.

Al socialismo no le quedó otra opción que volcarse, algunos a regañadientes, a apoyar al ex secretario General de Fein entre 2015 y 2017. Con los resultados sobre la mesa, el dirigente enfrenta una nueva disyuntiva que marcará su gestión: Hasta qué punto el nuevo intendente de Rosario mantendrá las fidelidades sin grandes cambios en el aparato estatal o decidirá dejar su impronta en la gestión oxigenando una administración copada por el socialismo durante tres décadas.

Con el 98,7 por ciento de las mesas escrutadas, Javkin sumó 178.776 votos (34,5%), sobre 170.947 (33%) del peronista Sukerman. Muy atrás quedó el macrista Roy López Molina que apenas alcanzó el 15,4% del electorado, casi relegado al cuarto lugar por Juan Monteverde (Ciudad Futura), que se arrimó hasta el 15%.

La caída del macrismo es impactante si se tiene en cuenta que en el 2017 López Moleina se impuso en las elecciones de concejal de Rosario y en ese momento se daba por descontado que sería el próximo intendente. Confirma además un decliva pronunciado de Cambiemos en los grandes centros urbanos, que proyecta acaso para esa fuerza, una sombra más ominosa que la sucesión de derrotas provinciales, sobre las presidenciales de octubre.