El juez de la Corte Suprema Horacio Rosatti se metió en la polémica por los dichos de dirigentes kirchneristas sobre la justicia y advirtió que "el Poder Judicial depende de la Constitución Nacional no de opiniones coyunturales".

El ex ministro de Justicia brindó una conferencia en el marco de las XXV Jornadas Científicas de la Magistratura Argentina e hizo una alusión -aunque sin mencionarlos directamente- a las declaraciones de las últimas semanas de Alberto Fernández, Raúl Zaffaroni y Mempo Giardinelli, que hablaron de revisar las causas de corrupción hasta de disolver el Poder Judicial.

Terminemos con las polémicas: el Poder Judicial debe su existencia y su vigencia a la Constitución Nacional y, afortunadamente no depende ni de la voluntad ni de opiniones coyunturales", afirmó Rosatti, que se sumó así a Carlos Rosenkrantz que también descalificó los planteos del kirchnerismo.

Luego se refirió a la división de poderes y planteó que "el juez no debe reemplazar al legislador. Los magistrados tenemos una herramienta que es la declaración de inconstitucionalidad de las leyes que debemos aplicar con criterio muy restrictivo, porque los legisladores son los representantes directos del pueblo".

"A diferencia del político que tiene un amplio espectro de opciones para tomar su decisión, y que viene concebida por su formación ideológica, el juez posee una limitada capacidad de maniobra que consiste en interpretar las leyes que dicta el Congreso. El legislador crea las leyes, el ejecutivo las reglamenta y el juez las aplica. Pero todos los poderes tienen su límite en la Constitución Nacional. Se pide que el juez no juegue a ser político y estoy de acuerdo. Pedimos que el político respete las decisiones judiciales, aunque no las comparta", dijo apuntando a toda la dirigencia política.

Un día antes de la conferencia de Rosatti, el presidente de la Corte también cruzó los embates del kirchnerismo. "Estas propuestas sin duda son inconstitucionales y anti-republicanas Pero también son profundamente irrazonables", declaró Rosenkrantz. 

"Estas propuestas marchan en contra de nuestra historia y del desarrollo de nuestras instituciones. Desconocen que la democracia constitucional y republicana en la que a algunos les toca hacer las leyes y a otros aplicarlas es el modo que los argentinos hemos adoptado para hacer posible al autogobierno y la vida en común", agregó.