Mauricio Macri llamó temprano a Gabriela Michetti para confirmarle que Miguel Pichetto había aceptado ser compañero de fórmula para las elecciones presidenciales.

La vicepresidenta participa de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de la ONU, en New York, donde se enteró que no seguirá como presidenta del Senado.

Conocía las negociaciones para sumar una figura ajena al PRO, iniciadas por Ernesto Sanz y Gerardo Morales a partir de la resolución de la convención radical, que pidió sumar peronismo republicano para no perder en octubre.

En el Senado cuentan que ambos ex jefes radicales de esa Cámara le habían avisado a Pichetto que pronto se confirmaría su candidatura a vicepresidente. 

"Un abrazo a Pichetto, un político que siempre buscó el consenso y la gobernabiidad. Estoy convencida de que aportará mucho a nuestro país, tal como lo ha hecho durante su vida política. Nuestro presidente y el partido cuentan conmigo para esta nueva etapa", tuiteó desde la gran manzana. 

"Cuando Gabriela vuelva de New York se reunirá con Macri para definir su futuro", confirmaban a LPO cerca de la vicepresidenta, que en estos cuatro años dedicó buena parte de su tiempo a visitas oficiales en el exterior del país, en contacto permanente con la cancillería.

Es por eso que en el Gobierno muchos especulan que su futuro estaría en el palacio San Martín si Macri llegara a lograr la reelección. También quiere recalar en ese edificio Federico Pinedo, quien se imagina con pocas chances de ser reelecto como senador nacional.