Junto con un grupo de colaboradores de la cadena Univisión, Jorge Ramos fue detenido en el Palacio de Miraflores, residencia oficial de Nicolás Maduro. Esto a finales de febrero, cuando intentó realizar una entrevista al presidente de Venezuela. De acuerdo con el periodista y conductor de televisión, entrevistaba al líder venezolano cuando éste se molestó por las preguntas que le hizo.

El venezolano detuvo la sesión, y ordenó que se detuviera la sesión, se confiscara el equipo. Los periodistas fueran detenidos por unas horas hasta que el presidente de noticias de la cadena, Daniel Coronell, informó que Ramos y su equipo ya habían sido liberados. Agregó que el material grabado fue confiscado por el régimen chavista.

Según reveló Ramos Ávalos, Univisión obtuvo el video completo (17 minutos) gracias a una filtración. La grabación salió del propio palacio presidencial con ayuda de "fuentes confidenciales". "Por su seguridad, no vamos a decir quiénes son", explicó.

Este jueves divulgó un fragmento del ríspido diálogo, aunque el domingo transmitirá la grabación íntegra. "Vienes a provocarme. Te vas a tragar tu provocación. Te vas a tragar con Coca-Cola tu provocación", refiere Maduro Moros cuando el mexicano entregó una lista con los nombres de 400 de los 989 presuntos "presos políticos" en Venezuela.

"Usted sabe, usted no es el presidente legítimo. Entonces, ¿cómo le llamo? Para ellos [el Parlamento] usted es un dictador", refiere Ramos en otra parte del diálogo. "Me tienes que llamar como dice la Constitución. Yo me llamo Nicolás, un sólo nombre tengo: Nicolás Maduro Moros", contestó el mandatario.

"Soy un obrero, un hombre sencillo, por voto popular he sido electo y reelecto presidente -completó el venezolano-. Así que, bueno, ya te corresponde a ti cómo me quieras llamar".

De acuerdo con la versión que Ramos ofreció en febrero, Maduro concluyó el intercambio cuando el conductor de Univisión molestó cuando mostró fotografías de jóvenes venezolanos que buscaban comida en un basurero. Momentos después el equipo de trabajo de los periodistas, junto con sus celulares, fueron confiscados. A Ramos y a una colega los encerraron en una habitación sin luz por alrededor de dos horas. Oficialmente, el material grabado y los equipos no les fueron devueltos.