La identificación de los restos de Johana Ramallo, una joven desaparecida en la zona roja de La Plata en julio de 2017 generó revuelo en la capital provincial e impactó de lleno en el esquema polÃtico de la diputada kirchnerista y posible candidata a intendenta, Florencia Saintout.
Tras la desaparición de la joven, Saintout tomó el caso como bandera de la lucha contra la trata, una especie de caso testigo para enfrentar al macrista Julio Garro.
Desde la Facultad de Periodismo de La Plata que lidera Saintout se avanzó asà en un esquema de contención hacia la madre de la vÃctima, de origen extremadamente vulnerable. Se dispusieron abogados, recursos y se encargaron de la comunicación del caso mes a mes, en nombre de esa familia.
Durante meses, ese esquema funcionó según las necesidades de Saintout. La Facultad de Periodismo capitalizaba las marchas en reclamo por la aparición de Ramallo y desde el entorno de la diputada provincial controlaban sin problemas la información.
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Sin embargo, el escenario cambio cuando comenzó a trascender en La Plata que habÃa novedades en el caso. El aparato comunicacional de Saintout se activó de inmediato y se anunció por las redes sociales que la madre de la vÃctima no darÃa entrevistas. Un error importante, toda vez que eso de algún modo confirmaba que las versiones eran ciertas, que algo sucedÃa.
DÃas más tarde, una periodista de La Plata logró confirmar que una pericia de ADN de una pierna encontrada sobre la costa ribereña de Berisso hacÃa ocho meses habÃa dado positivo al cruzarlo con el ADN de la joven desaparecida. Y publicó la información en Medium, una red social para publicar textos.
Esa noticia impactaba de lleno en el caso y demostraba las falencias de los fiscales y del equipo de abogados que aportó Saintout. Se habÃan perdido ocho meses de investigación sobre la muerte de joven. Y quedó al descubierto una lamentable cadena de errores judiciales.
Otro dato impactante: 20 dÃas antes del hallazgo de la pierna se habÃa encontrado en el mismo lugar un brazo, que se presume puede pertenecer a la vÃctima. Los dos hechos fueron público y se conocieron en medios locales y nacionales, pero los abogados designados por Saintout no exigieron a la Justicia cotejar esos restos con el ADN de la joven.
Lo más curioso es que, una vez confirmada la noticia, desde el equipo de Saintout se negaron a reconocer la existencia el informe, que la justicia federal habÃa solicitado al cuerpo médico forense de la Corte Suprema de Justicia.
De inmediato, emitieron un comunicado instando a los periodistas a no publicar información sobre el caso y comenzó una feroz campaña de hostigamiento sobre los periodistas que difundÃan la noticia.
Varios comunicadores de La Plata fueron atacados en las redes sociales con amenazas de escraches por difundir la tardÃa identificación de partes del cuerpo de Johana Ramallo.
Por las redes pedÃan a la sociedad denunciar a los periodistas que publicaban información. Y amenazaron con no dejar "descansar" a quienes rompÃan el pacto de silencio sobre la vÃctima.
El caso llegó a los medios nacionales y aún asÃ, desde la Facultad de Periodismo se insistió con la idea de que la joven seguÃa "desaparecida". A través de las redes proclamaban como antes de la noticia, la "aparición con vida de Johana Ramallo" o "devuelvan a Johana", en una jugada mediática similar a lo sucedido con el Caso Maldonado.
Una muestra de lo hondo que impactó el caso es que desde que se confirmó que los restos humanos eran de Ramallo, Saintout no volvió a expresarse sobre el caso en las redes sociales. Tampoco lo hicieron los portales de la diputada que producen contenidos desde la facultad: Contexto y Pericia.
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Son un virus maligno. Lo peor es que les paga el estado, y el gueto se denomina Facultad de periodismo