Otra vez, la pelea entre verdes y celestes que el año pasado animó la discusión por el aborto volvió al Congreso para entorpecer un debate cuando nadie lo esperaba.

Unidad Provida, el think tank celeste más combativo, difundió el viernes un comunicado para pedir que los legisladores no voten a Marisa Graham como defensora del niño, por haber dicho en una entrevista que respaldará una ley para interrumpir el embarazao.

"Estoy a favor de la despenalización del aborto en las condiciones del proyecto de ley que se presentó, así como los 14 postulantes que pasamos el examen. Pero no creo que la Defensoría tenga que tomar esa bandera, porque antes tenemos muchas otras. Sí creo que como defensora tengo que impulsar que se cumpla la ley de Educación Sexual Integral (ESI)", fue la frase de Graham en una entrevista a La Nación después de ser elegida.

"Ha tomado partido de forma manifiesta y militante, por la legalización del aborto, siendo que esta práctica conculca el primer derecho humano, que es el derecho de todos a vivir", respondieron los Provida a las pocas horas. 

"Graham ha tomado partido de forma manifiesta y militante por la legalización del aborto, siendo que esta práctica conculca el primer derecho humano, que es el derecho de todos a vivir", denunciaron los Provida.

No había sido un proceso corto. El cargo está vacante desde 2005 y la bicameral conformada para elegir las autoridades aplicó un riguroso proceso para garantizar un consenso sólido.

Los 68 seleccionados se sometieron a un riguroso examen en el recinto de la Cámara de Diputados, elaborado por especialistas de todas las provincias, que sólo 14 lograron aprobar.

Graham fue la mejor punteada y oficialismo y oposición que integran la comisión la eligieron el jueves en una celebrada sesión  en el salón de pasos perdidos del palacio. Pero cuando se cerró una grieta, se levantó otra y con final incierto.

"Armaron una comisión de 10 legisladores y 9 votaron a favor del aborto. La conformación de las Cámaras no es igual y lo vamos a hacer saber", anticiparon a LPO desde Unidad Provida.

En estos días comenzarán a infiltrar mensajes en el aún activo grupo de chat de los celestes para armar una mayoría que impida el nombramiento de Graham en los recintos. Por lo pronto, no está previsto tratarla en la sesión del miércoles 8 en Diputados y cuanto más pase el tiempo más se va a sentir el lobby de rechazo.

El año pasado supieron hacerse escuchar en septiembre, cuando Diputados firmó un dictamen de la ley para reglamentar la ESI pero no lo llevó al recinto porque la militancia evangélica copó las calles del congreso para pedir archivarla.

Lo lograron: Eduardo Finocchiaro llamó a diputados verdes de Cambiemos para pedirles no dar la pelea y evitar un problema. La misma disputa mantiene cajoneado en el Senado el nuevo Código Penal, que obligaría a tratar la penalización por interrumpir el embarazo.

Mauricio Macri no imaginaba que la disputa podría reeditarse por un cargo que ni siquiera se ocupó alguna vez y es uno de los tantos que hay vacantes en los organismos de control. Siguen sin cubrirse la defensoría del pueblo y el procurador penitenciario. Y la defensoría del niño. Que aún no terminó.