Casi un mes se ha extendido la vuelta de la victoria que el presidente Donald Trump está haciendo tras la conclusión de la investigación Mueller. El pasado 22 de marzo el Fiscal General William Barr publicó un escueto informe de cuatro páginas en el que destacó que 1) Mueller no encontró evidencia de colusión entre la campaña Trump y Rusia; y 2) el Departamento de Justicia no encontró pruebas suficientes de obstrucción de la justicia por parte de Trump.
El problema para muchos en la oposición fue que las conclusiones de Barr no vinieron acompañadas del reporte. El fiscal se tomó 27 dÃas para decidir qué partes debÃan censurarse del documento de 400 páginas que elaboró el equipo de Mueller.
Este jueves los medios y el Congreso finalmente pudieron revisar el reporte, y como la mayorÃa sospechaban, dista mucho de exonerar al presidente. De hecho, de acuerdo con numerosos analistas legales, el reporte justifica iniciar un proceso para remover al presidente del cargo, aunque la lÃder demócrata Nancy Pelosi ya dejó muy claro que no lo va a hacer.
El extenso reporte incluye numerosos momentos que pintan a un presidente explosivo, autoritario y furioso con la incapacidad de sus subalternos de protegerlo de las investigaciones.
Uno de los detalles más vergonzosos para Trump ocurrió cuando el entonces Fiscal General Jeff Sessions le informó al presidente que el vicefiscal Rosenstein habÃa nombrado a Robert S. Mueller III, el multicondecorado exdirector del FBI y experto fiscal antimafia, como investigador del caso Rusia.
"Oh por Dios, esto es terrible. Este es el final de mi presidencia. Estoy jodido", respondió el presidente a su fiscal, según narró la entonces jefa de gabinete de Sessions Judy Hunt. Más adelante, según el testimonio, Trump regañó a Sessions por recursarse de la investigación, en lugar de quedarse al mando para protegerlo.
"Todo el mundo me dice que si te toca uno de estos investigadores independientes tu presidencia está arruinada", habrÃa dicho Trump. "Toma años y años y no voy a poder hacer nada. Esta es la peor cosa que me ha pasado en la vida", lamentó el presidente, según el testimonio de Hunt.
El problema de la "colusión" con Rusia
De acuerdo con el reporte, los investigadores no pudieron concluir colusión entre miembros de la campaña presidencial Trump y agentes del Kremlin. La razón es que Mueller y su equipo no consideraron que el término "colusión" tuviera implicaciones legales. Lo que sà investigaron es si los contactos y comunicación entre los miembros de la campaña y agentes del Kremlin constituyeron un crimen, y es en este punto donde no pudieron concluir de manera definitiva que haya ocurrido, pero tampoco concluyeron lo contrario.
"Aplicamos el marco de referencia de la ley de conspiración, no el concepto de colusión", explicó el reporte. "La colusión no es una ofensa especÃfica ni teorÃa legal que se encuentre en el Código de los Estados Unidos, ni es un término de artÃculo en la ley criminal federal".
Con esta base, Mueller y su equipo indagaron si algún asociado de Trump o de la campaña se coordinó con los rusos en los términos que contempla la ley de conspiraciones. "Interpretamos que la coordinación requiere de un acuerdo -tácito o expreso- entre la campaña Trump y el Gobierno ruso en lo que respecta a intervenir en la elección".
Es bajo este criterio que no pudieron concluir que existiese un crimen. Sin embargo, advierten que las declaraciones y acciones del entonces candidato sà influyeron en las operaciones de los agentes rusos.
Según la investigación, por ejemplo, los rusos comenzaron a atacar por primera vez los servidores de correo de Hillary Clinton cinco horas después de que el entonces candidato Trump pidiera públicamente y en tono de broma que "si Rusia me está escuchando", deberÃan encontrar los correos electrónicos de la candidata demócrata. "Creo que probablemente serán bien recompensados por nuestros medios", dijo Trump.
"El Gobierno ruso percibió que se beneficiarÃa de una presidencia Trump y trabajó para asegurar dicho resultado, y la campaña [Trump] tenÃa expectativa de beneficiarse electoralmente de los esfuerzos rusos", detalla el reporte.
Obstrucción de la justicia
El reporte detalla diez episodios en los que las acciones de Trump podrÃan ser interpretadas como obstrucción de la justicia. Llama la atención que los intentos del presidente por bloquear la investigación del caso Rusia no tuvieron éxito debido a que sus propios colaboradores se negaron a obedecer sus órdenes.
Uno de los episodios más escandalosos ocurrió el 17 de junio de 2017 cuando Trump directamente le ordenó al consejero legal de la Casa Blanca Donald McGahn que ordenara despedir a Mueller por un supuesto conflicto de interés. Según las declaraciones del propio McGahn, quien colaboró de manera extensiva con Mueller, McGahn rechazó la orden y le dijo a Trump que era ridÃculo su argumento. Meses después, cuando la prensa reportó el suceso, Trump le ordenó a McGahn que escribiera un memorándum rechazando las versiones en los medios. De nuevo, McGahn se negó y le dijo al presidente que no podÃa refutarlo "porque los reportes son correctos".
Trump habrÃa entonces amenazado a McGahn con despedirlo si no rechazaba la historia, pero el abogado le respondió que no iba a escribir el memo y que si Trump lo despedÃa con ese argumento "se va a ver terrible para el presidente".
Si bien Mueller se negó a declarar de manera conclusiva que Trump obstruyó la labor de la justicia, el reporte cita "múltiples actos por parte del presidente que fueron capaces de ejercer influencia indebida sobre las investigaciones de las agencias de la ley, incluyendo la interferencia de Rusia e investigaciones de obstrucción".
El reporte explica que el Congreso tiene la autoridad de "regular de manera valida el ejercicio de tareas oficiales del presidente para prohibir acciones motivadas por una intención corrupta de obstruir a la justicia". Mueller también hace un análisis detallado en el que concluye que el Congreso podrÃa actuar en contra del presidente en este respecto y no serÃa un atentado contra sus atribuciones ejecutivas.
No colusión. No obstrucción.
Con todo y las revelaciones, el presidente ha mantenido su optimismo. Por la mañana, en un evento con veteranos de guerra, el presidente dijo que era un gran dÃa y se mostró contento con la conferencia de prensa que ofreció Barr para matizar las conclusiones del reporte.
En su cuenta de Twitter el mandatario difundió un video destacando que, como el insistió durante dos años, no hubo colusión.
Lo cierto es que la movida del Fiscal General y de la administración fue brillante para proteger al presidente del impacto que este reporte pudo haber tenido. Le dio a Trump casi un mes de buffer para desinflar las revelaciones más escandalosas de la investigación.
La historia no ha terminado. Los demócratas en el Congreso ya citaron a Mueller a testificar públicamente y en cadena nacional. Está por verse el impacto que su testimonio tendrá en la opinión pública, sin mencionar las múltiples investigaciones e interrogatorios públicos que los demócratas podrÃan extraer del explosivo reporte.
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- 119/04/1912:04"there was no russian collusion"