El juez Claudio Bonadío nunca informó a la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia cuál era la causa citada en la nota que envió para exigir la versión taquigráfica de la exposición del juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla.

Se trata de la "1374/19, Averiguación de delito", que Bonadío se niega a mostrar y en Comodoro Py es buscada hasta en los subsuelos por los implicados en las causas instruidas por el polémico magistrado.

En el Congreso y en los tribunales, especulan con una próxima megacausa del juez para desacreditar la denuncia de la red de espionaje ilegal por la que están procesados y detenidos ex agentes de inteligencia y al falso abogado Marcelo D'Alessio.

Y no sería otra que la ampliación de la causa "Puf Puf", como se conoce a la denuncia presentada por Elisa Carrió con conversaciones de los detenidos Roberto Baratta y Juan Pablo Schiavi con el también ex funcionario Carlos Zelkovicz y Eduardo Valdés, uno de los confidentes de Cristina Kirchner.

Marino le exigió a Bonadio enviar información de inteligencia al Congreso

"Puf es Puf, no éste domingo, el otro domingo. Stornelli y el otro (por Bonadio) se van a la concha de su madre", le dijo el ex embajador en el Vaticano al ex secretario de Transporte.

La denuncia de Carrió recayó en el juzgado de Bonadío, como le suele ocurrir, y en el kirchnerismo esperan una tanda de interrogatorios y acusaciones para desacreditar la denuncia y proteger a Stornelli.

Sólo así explican la amenaza del juez en la nota a los legisladores: advirtió que si no le facilitaban la versión taquigráfica los acusaría de obstruir la causa penal que tiene bajo llave.

Carrió presentó una denuncia para mostrar que la denuncia estaba armada por el kirchnerismo. Espera que Bonadío la amplíe y le quiten la causa a Ramos Padilla. 

Bonadío y Stornelli apuestan a que Ramos Padilla sea declarado incompetente en la causa y la investigación se traslade a Comodoro Py, con algunos de los jueces que los acompañan en los almuerzos.

El ex embajador Eduardo Valdés durante una exposición en el Senado.

Este miércoles tuvieron el primer revés, cuando la Cámara rechazó un recurso de queja de Stornelli para desplazar a Ramos Padilla. No sería el último, pero si en los próximos dos meses ninguno prospera, al fiscal no le será fácil seguir negándose a declarar.

Si lo hacía, en algunas de las cuatro ocasiones en las fue citado, corría el riesgo de quedar procesado y sujeto a una ola de recusaciones entre los detenidos por la causa de los cuadernos y las de corrupción del kirchnerismo.

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Si la "Puf puf" agrega elementos de peso podría sumar protección. Cerca de la ex presidenta imaginan denuncias que involucren a los ex agentes detenidos con ex funcionarios de su Gobierno, para anunciar que todo se trató de un complot prefabricado contra el fiscal y el juez que la tienen contra las cuerdas.

En Cambiemos no lo niegan y apuntan a sectores de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) enfrentados a la actual conducción y deseosos de complotar contra el Gobierno.

"D'Alessio sólo declaró en Tribunales y cuando lo allanaron tenía toda la documentación encima. Y sabía 6 horas antes que lo iban a buscar", aseguran. Los legisladores de Cambiemos que integran la bicameral se lo preguntarán al fiscal de la causa, Juan Pablo Curi, si en la reunión del 25 logran la mayoría para citarlo. Están en cuenta regresiva.

El suspendido fiscal Juan Ignacio Bidone.

Por otro lado, el suspendido fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone sostuvo ante el juez Ramos Padilla que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) le infiltró a D'Alessio para direccionar la causa sobre tráfico ilegal de efedrina contra el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández por indicación de la diputada Elisa Carrió.

"D´Alessio insistía, según él a pedido de Carrió, que involucrara en los hechos del tráfico ilegal de efedrina a Aníbal Fernández", recordó Bidone, quien ni bien quedó detenido el falso abogado se presentó ante la justicia y se ofrece como arrepentido. Ramos Padilla tiene 10 días para definir su situación procesal.

D´Alessio insistía, según él a pedido de Carrió, que involucrara en los hechos del tráfico ilegal de efedrina a Aníbal Fernández.

El suspendido fiscal contó que fue citado por los titulares de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani , que le pidieron información sobre el Triple Crimen de Mercedes, en épocas en que buscaban capturar a Iban Pérez Corradi.

"Soy una persona de pueblo sin que ello pretenda ser peyorativo, sino queriendo remarcar que soy una persona abierta, que brinda confianza enseguida a la gente ignorando que en muchas ocasiones la finalidad que persigue esa gente no corresponde con las expectativas que uno tiene", explicó en su declaración.

"Me dijeron que contara con la colaboración de la Agencia. En el mes de junio, sin yo haber llamado o convocado a nadie, aparece (el detenido espía) Rolando Barreiro diciendo que lo había enviado la AFI para colaborar. Hoy estoy convencido de que su única intención era meterlo o introducirlo a D´Alessio".

"La relación con D´Alessio fue de intercambio de información", se limitó a declarar y lo consideró "un numerario de los servicios de inteligencia".

"Jamás le di información que pensé que iba a utilizar con fines ilícitos. Son acciones de las que nunca participé porque no tenía conocimiento", remarcó y contó que Stornelli le dijo conocer a D'Alessio "hace dos o tres meses nada más" y que el abogado le dijo que viajaba a Pinamar porque estaba "trabajando con Stornelli o colaborándole con el tema ?Campillo'".

"Él siempre era de decir ?no, ahora tengo que ir a verla a Paula Oliveto, por tal cosa, a Lilita, a Patricia (por Bullrich) y cosas así", afirmó.

"Desde el fondo de mi convicción nunca se me ocurrió parte de una asociación criminal. Nunca recibí dinero. Nunca le pedí favores personales a este señor , no en el sentido de que me pagara algo sino en el sentido de ... seguime a mi mujer, a este tipo, a este chango, es decir de espionaje. No conozco a las personas mencionadas en la causa", remarcó para despegarse.