El juez federal Claudio Bonadio analiza una mega ofensiva contra los empresarios para revivir la causa de los cuadernos, que salió de la agenda por el avance del caso Stornelli.
El fiscal de la causa de los cuadernos de Oscar Centeno quedó en el ojo de la tormenta por la investigación que lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que vincula a Stornelli con una red de espionaje ilegal, surgida luego de la caída en desgracia del falso abogado Marcelo D'Alessio.
Stornelli, que se negó a presentarse a declarar tres veces ante Padilla, quedó muy cuestionado por sus vínculos con D'Alessio y por eso la causa de los cuadernos tambalea desde hace un mes.
Mientras que en la Justicia se habla de correr al fiscal para que entre en acción su colega Carlos Rívolo, Bonadio tendría decidido avanzar por su cuenta para que los cuadernos no queden en el olvido.
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Es por eso, según anticiparon a LPO fuentes judiciales, el juez analiza una serie masiva de procesamientos para los empresarios que aparecieron vinculados en los cuadernos, ya sea por las anotaciones de Centeno, ex chofer del preso Roberto Baratta, o por las declaraciones de los arrepentidos que aportaron más información.
Entre otras medidas de impacto, ese raíd podrían estar involucrados los principales empresarios del país, como Paolo Rocca, Aldo Roggio, Marcelo Mindlin y Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri.
Uno de los empresarios imputados aseguró a este medio que confían en un fallo favorable de la Cámara Federal, que tiene la competencia para anular la causa.
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Dicen en los pasillos que tiene pensado llamar hasta Gold Silver de Trulala.
Todo sea por revivir a un muerto.
Neurus, Cachavacha y Dedo Negro seran los encargados de ablandarlo para que declare lo que Bonadio quiere que declare.
Los originales ablandadores estan complicado por Dolores.
Ahora el juez pistolero, el Roy Bean de las pampas salvajes, quiere procesar, sí o sí, a todos los empresarios. Pero se olvida de uno, el principal, ese rufián que maneja el burdel de Balcarce 50, el hooligan que se "calienta" cuando no le salen bien las cosas, el delincuente máximo de la obra pública, el mal hijo que le echa la culpa al padre muerto por todos sus desfalcos, el Stavisky criollo que estafó a todos los argentinos.
La causa es insostenible. Se muere ahora o después, pero no tiene gollete. Entonces, ¿para qué seguirla? La única respuesta posible es: para que sigan ladrando los mercenarios de los medios hegemónicos. ¿Y si la señora desaparece del radar? Ah, bueno, entonces se quedan en pelotas.
A mister Glock sólo le falta pedir los típicos operativos "rastrillo" de la última dictadura, a ver si, de puta casualidad, encuentra algo sólido para su causa en el domicilio de algún ciudadano. Porque la tortura, de algún modo, ya la está practicando. No de otro modo funciona su siniestra fábrica de "arrepentidos".