El ex presidente de la Asamblea de Representantes y ex candidato vicepresidencial republicano Paul Ryan se unió a las filas de Fox, el recién creado conglomerado que abarca las propiedades que 21st Century Fox que no fuera adquiridas por Walt Disney Company. La compañía del rato adquirió las propiedades cinematográficas de Fox, pero Rupert Murdoch conservó los canales de noticias Fox News, los canales deportivos y de televisión.

Fox News es la cadena noticias por cable predilecta de Donald Trump, quien en numerosas ocasiones contrató a talentos de la Fox para ocupar cargos de alto nivel en su administración. Sin ir más lejos, el actual asesor económico en jefe del Gobierno es Larry Kudlow, ex comentarista de la Fox.

Pero se trata de un camino de dos sentidos. Esta vez el que fuera el tercer republicano de mayor rango en EU, después de Trump y el vice Mike Pence, se une a la mesa directiva del nuevo conglomerado. Se trata de su primer empleo desde que decidió no buscar la reelección para noviembre de 2018.

El congresista anunció su retiro de la política el año pasado, cuando parecía claro que los republicanos perderían el control de la Cámara Baja y él se vería forzado a entregar el mando a la demócrata Nancy Pelosi. En una de sus últimas entrevistas Ryan respondió a sus críticos diciendo que él había detenido algunas de las decisiones más peligrosas del impredecible presidente, y que la mejor forma de lidiar con Trump no era a través de la confrontación.

Apenas esta semana Trump salió en defensa de su aliada y conductora de Fox News Jeanine Pirro, a quien mandaron de "vacaciones" después de que dijera que una congresista demócrata musulmana no podía ser leal a los EU. También abogó por el conductor Tucker Carlson, quien también salió en una inesperada vacación después de que salieran a la luz escandalosas declaraciones que hizo en un programa de radio hace años. En los audios se escucha a Carlson hablando de manera vulgar sobre una adolescente, concursante del certamen Miss Teen USA, que curiosamente era propiedad de Trump en aquellos años.

"Traigan de vuelta a la juez Jeanine Pirro. Los demócratas de la izquierda radical, en colaboración cercana con su amado aliado, las Fake News, están usando todos los trucos posibles para SILENCIAR a la mayoría de nuestro país", protestó el presidente. "Tienen una campaña en contra de los conductores de Fox News que lo están haciendo muy bien. Fox debe mantenerse fuerte y luchar con vigor. Dejen de trabajar taaaan duro en ser políticamente correctos, lo que sólo les traerá el fracaso, y sigan luchando por nuestro país. Los perdedores quieren lo que ustedes tienen, no se lo den. Sean fuertes y prosperen, sean débiles y mueran. Sean leales al pueblo que los puso allí. Sigan luchando por Tucker, y luchen duro por la juez Jeanine. Sus competidores están celosos - todos quieren lo que ustedes tienen- SON LOS NÚMERO UNO. No lo entreguen en bandeja de plata. No pueden vencerlos, ¡sólo ustedes pueden rendirse!".

Durante más de una década Ryan fue el estandarte del republicano moderno. El legislador impulsó una agenda supuestamente libertaria en la que el Estado tuviera poca injerencia en las vidas de las personas. Su más grande logro legislativo fue cuando en 2017 consiguió, junto con Trump y el líder del Senado Mitch McConnell, pasar un recorte fiscal multimillonario para las corporaciones más grandes de EU. Esto supuestamente tendría el efecto de impulsar la economía y los salarios de manera histórica, sin embargo, a más de un año de que la reforma pasara, las clases medias están ganando lo mismo y pagando más impuestos.

El despegue meteórico de Donald Trump en la campaña presidencial de 2016 reveló una dolorosa verdad para los conservadores: la agenda tecnócrata que Ryan y otros líderes jóvenes abanderaban, nunca terminó de despegar entre el electorado. Trump ganó con un mensaje abiertamente populista, anti-establishment, y anti libre mercado. La antítesis de lo que el Partido impulsó durante décadas.

Una y otra vez los conservadores voltearon a ver a Ryan en la era Trump buscando que sirviera de contrapeso a algunas de las declaraciones y acciones más antirrepublicanas del presidente. Su negativa a confrontar de manera abierta al mandatario ligaron al legislador de manera inexorable con el presidente más controversial de las últimas décadas.