Tras una pérdida de 19,4 puntos porcentuales frente a la inflación en 2018, las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) comenzarán a repuntar en los primeros meses de este año.

De acuerdo a fuentes oficiales, la fórmula arrojará un incremento del 11,8% en marzo y del 10,8% en junio, que totalizarán una mejora acumulada del 23,9%.

En consecuencia, dado que la inflación estimada por el mercado se ubicaría en torno al 16%, los ingresos populares recuperarían 8 puntos porcentuales de los más de 19 que perdieron el año anterior.

Así, con estos aumentos a partir de los cuales el haber mínimo pasará de $9309,10 a $10.410 en marzo y $11.534 en junio, el Gobierno se entusiasma con revertir la caída del consumo y llegar a las elecciones con un mejor clima social.

La contrapartida será las repercusiones en el déficit fiscal, que disminuirá su descenso. Estas prestaciones representan un gran porcentaje del gasto público, mientras que los ingresos viajan a la baja por una recaudación tributaria empobrecida debido a la recesión económica.

Estos aumentos se explican por la nueva ley votada en diciembre del 2017 que modifica el cálculo de movilidad jubilatoria y lo ajusta en un 70% por inflación, mientras que el 30% restante se actualiza según el Ripte que difunde la Secretaría de Trabajo.

Como la fórmula tiene un arrastre de seis meses, se vincula con la inflación del tercer y cuarto trimestre del 2018, que alcanzó el 11,6%, mientras que el Ripte -el promedio de aumentos salariales- fue del 8,9%.

La movilidad comprende a 7.000.000 de jubilados y pensionados, más de 1,5 millones de Pensiones No Contributivas (PNC) y Pensiones Universales para el Adulto Mayor (PUAM), 4.000.000 de AUH y más de 5.000.000 de asignaciones familiares.