Elisa Carrió se metió de lleno en la polémica por la denuncia de extorsión de un presunto allegado de Carlos Stornelli a empresarios involucrados en la causa de los cuadernos y, en base a unas polémicas escuchas telefónicas, aseguró que existe un "complot" del kirchnerismo contra el fiscal.

A través de las legisladoras Paula Oliveto y Mariana Zuvic, la líder de la Coalición Cívica presentó una denuncia penal para que se investigue la existencia de una maniobra de ex funcionarios kirchneristas presos contra Stornelli, luego que el empresario agropecuario Pedro Etchebest lo involucrara la semana pasada en un pedido de extorsión supuestamente vehiculizado a través del abogado Marcelo D´Alessio, para no detenerlo.

La denuncia de la Coalición Cívica está basada en la transcripción de escuchas realizadas sobre teléfonos de la cárcel de Ezeiza que aparentemente llegaron a manos de Carrió a través de un sobre anónimo, según detalló Clarín. De esas conversaciones se desprende que el ex funcionario del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, conocía de antemano la denuncia contra Stornelli, aunque no queda claro que podría haber tenido alguna participación en el "complot".

Denuncian que Stornelli cobró coimas millonarias a los empresarios de la causa cuadernos

"¿Cómo va eso?", le pregunta Baratta al ex funcionario Carlos Zelkovicz. "No se movió nada allá en Dolores, salvo que pidieron los informes para leerlos, lo cual creo que es un avance", responde. "El loco éste, el magistrado pidió los informes... porque quiere saber en qué quilombo se está por meter y aparentemente leer casi todo le llevaría por lo menos el fin de semana, yo te diría que bastantes más días pero quiere largarlo cuanto antes", agrega, se supone en referencia al juez federal de Dolores, Alejo ramos Padilla que investiga la denuncia contra Stornelli. También hay diálogos de Baratta con un periodista.

Además de esas conversaciones, Carrió presentó otras entre el dirigente peronista Eduardo Valdés y el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, a quien el abogado presuntamente le comenta que "va a haber novedades" y le habla de un "operativo" contra el Bonadio y el fiscal de la causa cuadernos. "Stornelli y el otro se van a la concha de su madre", le habría dicho.

Según Noticias, los teléfonos públicos del pabellón D, módulo 6, de la cárcel de Ezeiza estaban pinchados desde 2016 por una investigación contra el llamado "rey de la efedrina" Mario Segovia. No obstante, los documentos dicen que Segovia cumple condena en el pabellón A, por lo que no está claro el motivo por el que transcribieron los llamados de Baratta (que está en el D). Además, Schiavi cumple su pena en el pabellón C. Justamente, Valdés había denunciado días antes que los teléfonos públicos de Ezeiza estaban pinchados como un mecanismo para de presión contra los ex funcionarios presos.

Aglaplata

En una entrevista con Radio Metro, Carrió agregó más elementos de su teoría del complot y apuntó al papel de D'Alessio, quien según la denuncia original le pidió las coimas a Etchebest, con quien se reunió en un balneario de Pinamar y con el propio Stornelli, según se vio en las fotos publicadas en la investigación original del caso que reveló Horacio verbistsky en su sitio El cohete a la Luna.

"Hay que tener en cuenta que D'Alessio era director de Enarsa en la época del kirchnerismo", declaró Carrió, que aseguró que "Stornelli no tiene nada que ver". La diputada dijo que "cree" que D'Alessio se complotó con el empresario al que le pidió coimas para hacerle "pisar el palito" a Stornelli.

Aunque no dio detalles de cómo accedió a las escuchas, Carrió admitió que en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) permanece parte del poder de la vieja Side, aunque desligó a Gustavo Arribas y apuntó a la número dos Silvia Majdalani, cercana a Nicolás Caputo el mejor amigo de Macri. 

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La denuncia de Carrió provocó una inmediata reacción del kirchnerismo, que salió a cruzarla e intentó dejar en evidencia lo débil de la teoría de un "complot" contra Stornelli, además del llamativo acceso a las escuchas telefónicas. El propio fiscal habló del tema y abonó la teoría de una operación de presos K.

Más allá de las acusaciones cruzadas, las conversaciones de los detenidos no logran explicar las acciones de D'Alessio con el empresario Etchebest y, sobre todo, no explican por qué Stornelli le dio tanta atención a este abogado, al punto de recibirlo en Pinamar, responderle los chats y darle acceso a su despacho. 

Recién este martes por la mañana el fiscal denunció penalmente al abogado por "defraudación" al pedir coimas en su nombre. La denuncia recayó en el juzgado del juez Julián Ercolini. 

En tanto, la denuncia de Carrió por el presunto complot quedó llamativamente en manos del juez Claudio Bonadio.