La compra de divisas que estuvo efectuando el Banco Central para evitar el derrumbe del dólar y la baja de la tasa de interés, está generando una fuerte expansión monetaria que pone en riesgo el cumplimiento de las metas del programa.

Este lunes, ante una nueva apertura del billete por debajo del piso de la banda, Sandleris activó otra subasta de 50 millones de dólares que no evitó que el tipo de cambio baje a $38,13 en el promedio minorista y a $37,15 en el mayorista, es decir, 64 centavos por debajo del límite inferior de la zona de no intervención.

Es que si bien la injerencia de la máxima autoridad monetaria no tiene efectos sobre la cotización de la moneda estadounidense, los 440 millones de dólares que lleva comprados en lo que va del primer mes del año, tuvieron como contraparte una emisión monetaria superior a los $16.000 millones de pesos.

Este fenómeno se agudiza mucho más por la dificultad para renovar la totalidad de vencimientos de Leliq, con este menor nivel de tasa. En esta licitación, se adjudicaron sólo $140.000 millones a un promedio de corte de 56,31%, 28 puntos básicos menos que el viernes pasado.

Así, expandió $31.800 millones que se suman a los $51.700 que se acumularon de las licitaciones de la última semana. De esta manera, el promedio acumulado de la base monetaria quedó en $1.345 millones, cuando la meta es de $1.357 millones.

"No tiene más para expandir, está al borde. Va a tener que renovar todos los vencimientos que quedan de enero. Igualmente, me parece bien que no sobrecumpla. El tema es que van a tener que afinar el lápiz estos últimos días", subrayó el analista financiero Christian Buteler.

Sin embargo, muchos destacan que el verdadero riesgo pasa por la meta del mes de febrero. "Hay que estar atentos al arrastre que deja enero para la meta ajustada de febrero y a plazos fijos. Al día de hoy, la base monetaria quedó casi $40.000 millones arriba de la meta ajustada de febrero, que por ahora no es grave", explicó a este medio el director de Eco Go, Federico Furiase.

Por otro lado, otro de los cuestionamientos del mercado sobre esta mayor emisión de parte de Sandleris, pasa por las consecuentes presiones inflacionarias. "Comprar dólares emitiendo pesos es poner más dinero en la calle. Eso te puede ayudar a bajar la tasa, pero te complicará en la lucha contra la inflación", agregó Buteler.

No obstante, para Furiase esta expansión no es inflacionaria siempre y cuando el tipo de cambio continúe por debajo del piso de la banda y la demanda de crédito enfriada "porque juega la demanda de dinero absorbiendo esa expansión".