La fuerte recesión que atraviesa la economía argentina se está reflejando en una paralización de la producción industrial pocas veces vista. Tal como lo adelantaba la inédita caída del 13,3% de noviembre, el uso de la capacidad instalada industrial tuvo el mayor desplome de toda la gestión Cambiemos y bajó por séptimo mes consecutivo.

En rigor, dado que la serie histórica publicada por el Indec comienza en enero del 2016, muchos sostienen que en realidad se trata del peor resultado desde la crisis del 2001-2002.

Así lo indicó este jueves el Vicepresidente de la UIA Guillermo Moretti, que en declaraciones a Radio Caput afirmó que "hay una situación peor que en el 2001" y que "nunca se ha visto en tan poco tiempo que se haya producido tal desastre en el sector industrial".

A modo de ejemplo, el empresario aseguró que en el 2015 tenía cuatro máquinas trabajando a tres turnos, mientras que en la actualidad posee solamente una máquina trabajando a un sólo turno.

De acuerdo a los últimos datos publicados por el Indec, el onceavo mes del 2018 presentó un retroceso interanual de 5,9 puntos porcentuales en este indicador (u 8,5%) que alcanzó el 63,3% y demuestra un histórico nivel de ociosidad del potencial productivo fabril.

Es que los únicos dos bloques sectoriales que presentaron una mayor utilización de su capacidad productiva fueron los productos del tabaco y las industrias metálicas básicas, con un alza de 4,9 puntos porcentuales.

La industria tuvo en noviembre la mayor caída de toda la era Macri

Este último sector tuvo un nivel mínimo de ociosidad (12%) -unos 25 puntos por debajo del promedio de la industria- gracias al crecimiento de la producción de acero crudo y aluminio que se relaciona con la suba de exportaciones potenciada desde la corrección cambiaria.

En contraposición, la actividad más perjudicada fue la industria textil con un retroceso alarmante de 17 puntos que elevan su nivel de ociosidad a más del 56% y la colocan como una de las grandes perdedoras de la era Macri.

La metalmecánica (excluida automotriz) tuvo la segunda mayor caída (-16,7 puntos porcentuales), producto del desplome en los niveles de producción de maquinarias agropecuarias y bienes de consumo durable, en particular, la línea blanca.

La industria automotriz fue la tercera más golpeada, a raíz de la caída de casi el 50% en los patentamientos. Es que, como adelantó LPO, las insólitas tasas de interés tornaron inviables todos los planes de financiamiento de bienes durables y las ventas a concesionarios se desplomaron.

En 2018 se patentaron casi 100.000 autos menos 

El resto de los bloques más afectados fueron los productos minerales no metálicos, que tuvieron un 72,7% de uso de capacidad instalada, caucho y plástico (51,6%), edición e impresión (56,1%), papel y cartón (76,1%) y refinación de petróleo (73,2%).

A su vez, las caídas más leves se registraron en alimentos y bebidas (63,5%) y sustancias y productos químicos (70%), que retrocedieron solamente un punto.