El líder del partido español Podemos, Pablo Iglesias, negó haber trabajado alguna vez para el Gobierno venezolano y rechazó que su formación haya recibido financiación de ese país, en lo que implica un distanciamiento muy fuerte por parte de la formación izquierdista aliada al kirchnerismo.

"Si pretende sugerir si ha habido financiación del Gobierno de Venezuela a mi partido, le digo que no", enfatizó Iglesias, que compareció ante una comisión del Senado para investigar la financiación de los partidos políticos y se cruzó con los representantes del Partido Popular.

En su intervención ante la comisión, Iglesias hizo un largo alegato sobre todas las decisiones judiciales de los últimos años han rechazado la existencia de irregularidades en la financiación de Podemos. Un senador del PP lo interrumpió varias veces para pedirle que respondiera si trabajó para el Gobierno de Venezuela. "Ustedes no están interesados en la financiación de Podemos, porque cada vez que hablo de la financiación de Podemos me piden que me calle", se quejó Iglesias.

Pero lo más notable de la intervención de Iglesias fue que se despegó del gobierno de Nicolás Maduro y admitió que hay "muchas opiniones" y cosas que dijo "hace muchos años" en las que se equivocó. "Rectificar en política está bien", se justificó el líder de la tercera fuerza parlamentaria española y principal aliado del gobierno de Pedro Sánchez. 

"No comparto algunas cosas que dije en el pasado y creo que la situación política y económica en Venezuela es nefasta", recalcó Iglesias. "Estaré encantado de debatir en cualquier foro cosas que dije en el pasado y me equivoqué", tratando de concentrar el debate en el financiamiento y no en sus opiniones.

"Las tonterías que hayamos podido decir los dos, o yo en este caso, o las opiniones políticas que podamos tener en el pasado difícilmente tienen que ver con el objeto de esta comisión. No sé qué puede tener esto que ver con la financiación de mi partido", completó.