En miras a seguir avanzando con su armado nacional, el Gobernador santafesino Miguel Lifschitz organizó un debate en el Hotel Madero de Buenos Aires con diferentes economistas y dirigentes políticos "socialdemócratas" para debatir un modelo alternativo al macrismo y al kirchnerismo.

"Nos interesa abrir una agenda que introduzca nuevas temáticas con economistas muy reconocidos. El sentido es hacer un diagnóstico para pensar la economía de los próximos años en función de un proyecto de país y construir una tercera alternativa que salga de esta polarización extrema", manifestó el anfitrión, que intercambio elogios en varias oportunidades con dirigentes como Martín Lousteau y el ex presidente del Banco Central Martín Redrado. 

Además, estuvieron presentes el investigador de la Universidad de Columbia Martín Guzmán, la directora de la consultora Eco Go Marina Dal Poggetto y el Doctor en la disciplina José María Fanelli, quienes trazaron un panorama durísimo para el futuro económico argentino.

"Va a haber un cambio de portafolio en la Argentina el año que viene. Tenes una cantidad de plazos fijos de empresas que suman $170.000 millones, donde el director financiero de cada una de esas empresas busca la mayor rentabilidad. Esos depósitos van a estar presionando y podemos tener un sobre salto cambiario en plena época electoral", advirtió Redrado.

Lifschitz busca posicionarse como presidenciable mostrándose con líderes progresistas 

Este análisis tuvo un consenso general de los expositores como Guzmán -especialista en reestructuración de deuda soberana que trabaja junto al premio Nóbel Joseph Stiglitz- que incluso fue más allá. "Los mayoristas que tienen plazos fijos en algún momento van a decir: yo salgo. Y si eso vuelve a pasar, tenemos otra crisis cambiaria en un país endeudado en dólares. Vamos a tener un problema de crisis de deuda pública si seguimos por ese camino", indicó.

Si bien la mayoría no se animó a ir tan lejos, muchos reconocieron que "el escenario de default está en puerta" y todos aseguraron que el próximo gobierno deberá renegociar el acuerdo con el FMI.

Otro de los temas en discusión donde hubo un diagnóstico en común fue la magnitud de la recesión que estamos viviendo y el escepticismo respecto a los plazos planteados por el oficialismo para que ocurra el tan ansiado rebote. En líneas generales, los economistas coincidieron en que se trata de una caída en forma de L y no de V como plantea Dujovne, lo que provocaría una recuperación más tardía y menos pronunciada.

"No hay drivers que te impulsen el crecimiento el año que viene. La única forma sería que la capacidad de compra de los salarios mejore, pero para eso necesitas que el tipo de cambio se mueva poco, lo que parece muy difícil con la incertidumbre electoral, con un Banco Central sin margen de intervención y un mercado que no tienen ningún control de salida de capitales", explicó la directora de Eco Go.

En este sentido, Redrado pronosticó una caída del PBI hasta el tercer trimestre del 2019 -con bajas que llegarían al 6,1% en los últimos tres meses de este año y al 4,1% en los primeros del próximo-, donde recién tendría un pequeño rebote del 2,1% y se necesitarían 10 trimestres para recuperar el nivel de actividad perdido en esta crisis.

"El gobierno dice que la economía despega en el primer trimestre y la pregunta que uno hace es: ¿Por qué? Va a ser difícil que el salario le gane a la inflación y no hay estímulos para mejorar la inversión. Solamente vemos una mejora del sector externo, que solamente representa el 10% del producto", subrayó.

Uno de los momentos menos optimistas de la jornada "Santa Fe debate" se dio cuando tomó la palabra el Doctor Fanelli quien sencillamente resumió la situación en un "estamos jodidos". "El problema es que si la recuperación no es en V, sino en U o en L, políticamente no se aguanta. Les van a decir que se vayan todos", agregó.