El Gobierno quiere sacarse rápido el gusto amargo de la derrota en la elección de diputados para el Consejo de la Magistratura y apuesta a designar en las próximas 48 horas al presidente del organismo encargado de seleccionar y destituir a los jueces. Es un cargo simbólico, pero por eso mismo sirve para la estrategia oficial.

En la Casa Rosada aseguran tener los votos para consolidar la mayoría simple necesaria y en principio el elegido para presidir el Consejo de la Magistratura sería el juez Ricardo Recondo, un conocido anti kirchnerista que en su momento lideró la resistencia de los magistrados contra la reforma judicial que impulso Cristina Kirchner.

El encargado de buscar consensos es Juan Mahiques, representante del Poder Ejecutivo en la Magistratura, que por estas horas llama a sus nuevos colegas para hacer causa común contra el peronismo. Mahiques se convirtió en un actor clave para el gobierno en el organismo y tiene línea directa con el propio Macri.

En la Casa Rosada le reconocen que entre 2016 y 2018 se elevaron 315 ternas al Poder Ejecutivo, lo que dejará a Macri como el presidente que más jueces nombró en la historia democrática. Mahiques logró además articular mayorías para forzar la renuncia o destitución de jueces sospechados de corrupción: Freiler, Oyarbide, Rosanski, Ferro y Hergott, entre otros. 

Pero ahora la pelea será más difícil, porque el peronismo gracias a las hábiles jugadas que hizo en el senado y Diputados la semana pasada, logró consolidar cuatro votos propios que podrían ampliarse a los siete necesarios para conseguir mayoría. De hecho la situación es tan delicada, que en Cambiemos ya estallaron las internas.

Escala la interna del ala política del Gobierno con Negri por la Magistratura

Ahora cada voto cuenta y al Gobierno no le sobra nada. Sin los dos legisladores que Cambiemos podría haber tenido, por ser la fuerza más grande en ambas Cámaras del Congreso, Mauricio Macri cuenta como propios a Mahiques, la senadora radical Olga Brizuela y Doria, el diputado macrista Pablo Tonelli y los dos abogados: Juan Pablo Más Vélez (Ciudad) y Marina Sánchez Herrero (Interior).

Mahiques debe juntar los votos para el Gobierno. Confían en  Culotta y Molea, además de los dos abogados. Recondo es el elegido. 

Estos dos últimos triunfos llegaron tras negociaciones sobre la hora del cierre de listas entre Daniel Angelici y Ernesto Sanz, boicoteados por Elisa Carrió, que resultaron cruciales para Macri tras el revés en el Congreso.

Para llegar a 7 votos, Mahiques le ofrecería la presidencia a Recondo, tres veces presidente de la Asociación de Magistrados, desde donde se opuso a la reforma judicial del kirchnerismo.

El funcionario confía en contar además con Juan Manuel Culotta, titular del juzgado en lo Criminal y Correccional Federal de Tres de Febrero desde 2003, época de su creación. El Gobierno lo trasladó en diciembre de 2016 al estratégico Juzgado Federal N° 1 de La Plata, con competencia electoral. Pero Culotta también tiene relaciones con el peronismo.

Lo mismo sucede con el octavo voto, para seguridad, que busca la Casa Rosada. Se trata de Diego Molea, abogado de la Universidad de Lomas de Zamora y representante de los académicos, que tiene buenos lazos con el peronismo. 

Juan Carlos Casas.

Los otros cinco escapan al control del gobierno. Son los senadores Miguel Pichetto (PJ) y Ada Itúrrez de Cappellini; los diputados Eduardo "Wado" de Pedro (FpV-PJ) y Graciela Camaño (Frente Renovador) y el juez Alberto Lugones, de la lista celeste.

El peronismo por eso no descarta que podría terminar quedandose con la Presidencia de la Magistratura, cargo para el que se menciona a los diputados Graciela Camaño y Wado de Pedro, electos consejeros el viernes pasado. Pero no es la única jugada: También analizan la posibilidad de postular al juez Alberto Lugones, cercano al ex viceministro camporista Julián Alvarez y al integrante de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que no pasa precisamente por un buen momento con la Casa Rosada.

Comienza así este martes una interesante pulseada con condimento local: Mahiques y De Pedro son amigos se conocen de su natal Mercedes.