La ministra Soledad Acuña pasó por la Legislatura para presentar el presupuesto de Educación pero se retiró de la comisión a las corridas mientras docentes y militantes cantaban "No a la Unicaba", el proyecto del gobierno porteño para crear una universidad en la Ciudad que rechazan los 29 institutos de formación docente y todo el arco opositor.

Acuña expuso sobre cómo gastará su ministerio los 55 mil millones de pesos que tendrá para 2019 y pesar de que la Unicaba es el principal asunto a resolver en materia educativa la funcionaria no hizo ni una sola mención. El proyecto no fue incluído en el presupuesto porque aún no fue votado por la Legislatura pero en caso de aprobarse inmediatamente contará con una partida.

En la comisión que preside Maximiliano Ferraro, Acuña destacó los polos Mugica y María Elena Walsh y de la Casa de la familia, la mujer y el encuentro en el barrio 31, que serán inaugurados en 2019. Además, la jornada extendida contará con 90 días más de clases en primarias y 46 más en secundarias, y habrá cursos de articulación entre ambos niveles para estudiantes de primer año.

"No hice ninguna manifestación sobre Unicaba como tampoco la hice sobre otros temas", se defendió la funcionaria. Tampoco pidió la palabra ningún legislador oficialista para defender la gestión de Acuña y son cada vez más los que fuera de micrófono expresan su descontento con el proyecto que generó el rechazo de la comunidad educativa.

Durante la exposición estuvieron presentes todos los rectores de los institutos que rechazan el proyecto. Entrar a la Legislatura fue muy complicado: hubo un vallado en el frente y la seguridad del parlamento colocó enormes vigas de hierro en las puertas para evitar que los manifestantes, en su mayoría docentes y estudiantes, intentaran abrirlas. 

Apenas se retiró Acuña el operativo se relajó y de hecho cuando Martín Ocampo llegó a la Legislatura para referirse al presupuesto de la cartera de Seguridad, las vallas fueron retiradas. Las malas lenguas aseguraron que el ministro se negó a ingresar al parlamento porteño con el edificio amurallado. 

"Se retiró huyendo sin siquiera saludar, pero además nos mintió en la cara. Dijo que va a inaugurar las mismas escuelas que ya inauguró el año pasado", se quejó la legisladora de Unidad Ciudadana Lorena Pokoik. "No pueden pensar en una universidad sin tener resueltas cuestiones básicas como la comida de los pibes", agregó.

Gabriel Solano protagonizó uno de los momentos más comentados de la jornada cuando aseguró que había un trauma en el ministerio de Educación que impedía hablar de Unicaba. "Le pasó al hijo, Diego Meiriño -ideólogo de Unicaba- y le pasa a la madre", chicaneó frente al silencio oficial sobre el proyecto. "¿Cuál es el interés de venir a las reuniones de comisión si no hay respuestas a los reclamos?", reprochó.

Con la aprobación del Código Electoral bien fresca, Roy Cortina también recordó la génesis de la Ley de Seguridad, ambos proyectos tuvieron muchas modificaciones impulsadas por los legisladores opositores. "La ministra va a tener un triste récord, quiere cambiar el sistema de formación docente sin haber hablado con la comisión de Educación y dándole la espalda a quienes tienen que llevarla adelante", señaló.

Aún no está claro si el gobierno decidirá avanzar con el proyecto que abrió el conflicto más grande desde que Horacio Rodríguez Larreta asumió como alcalde capitalino.