La agencia calificadora de deuda Fitch decidió cambiar de "estable" a "negativa" la nota de Pemex por encontrar inconsistencias en el plan estratégico de la petrolera para la futura gestión de Andrés Manuel López Obrador. Es el primer estiletazo de estas firmas que ya hace semanas venías enviando discretas advertencias, especialmente desde que se conoció que Octavio Ramírez Orepeza sería el nuevo director general.

LPO reveló que esta semana Romero había iniciado un plan para retener a figuras top del gobierno corporativo de la compañía. Esto no estaría siendo suficiente porque la calificadora rechaza por completo las ideas de construir una refinería y de que México deje de exportar petroleo.

El aspecto más preocupante de este giro es que Pemex tiene una deuda sideral, y una mala nota de las calificadoras le dificultará asumir nuevo compromisos en los mercados. Para entender: cancelar deuda con más deuda ya no sería una opción tan posible. El plan de López Obrador es una apuesta de al menos 2.600 millones de dólares para mejorar la capacidad de refinación, en la medida en que la producción se advierte en caída.

Fitch ratificó este viernes las notas global y nacional de la petrolera mexicana Pemex en 'BBB+' y 'AAA(mex)', respectivamente, pero redujo su perspectiva a negativa desde estable.

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Las calificaciones nacionales 'BBB' indican que existe un riesgo moderado de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país. Sin embargo, los cambios en circunstancias o condiciones económicas tienen más probabilidades de afectar la capacidad de pago oportuno que en el caso de los compromisos financieros que poseen una calificación más alta. Esta calificación ocupa el octavo lugar en la escala de Fitch.