El presidente del gobierno de España Pedro Sánchez podría visistar México antes de fin de año. Así lo confirmaron a este medio fuentes del Gobierno español. El próximo encuentro con López Obrador estará marcado por la inquietud del dirigente español con el escenario político que se despliega en México y el impacto en las grandes firmas españolas.

No es una cuestión abstracta. Esta percepción se la expresó Pedro Sánchez a un importante financiero mexicano en una reunión celebrada en el Palacio de la Moncloa (residencia presidencial en Madrid) a finales del pasado mes de agosto.

Los desvelos de Sánchez con el panorama político de México, se fundamentan en que las tremendas expectativas sociales generadas tras la elección del 1 de julio generen frustración y se traduzcan en movilizaciones sociales que puedan afectar la operación de las grandes firmas españolas. Este tema es prioritario para España y así se lo hizo saber el presidente español al empresario mexicano en dicha reunión privada facilitada por un reconocido editor con operaciones a ambos lados del océano. Desde Moncloa son conscientes de la capacidad de movilización social del próximo Gobierno y de ahí la preocupación por un clima social de mayor densidad.

El jefe de gobierno también manifiesta duda por la viabilidad de los planes económicos de Morena y ha consultado a diferentes directivos por las posibilidades de una recesión en caso de que un mal cálculo en el gasto público se combine con problemas para afrontar los compromisos de deuda (las obligaciones mexicanas alcanzan el 46% del PIB).

Los frentes son múltiples. En España existe la especulación de que AMLO favorecerá a la banca nacional por sobre la extranjera y en el país operan Bancomer, Santander y Sabadell, con diferentes grados de magnitud y de volumen.

Al mismo tiempo grandes constructoras ibéricas están pendientes del futuro del Nuevo Aeropuerto de la CDMX como Sacyr, Acciona u Aldesa. El proyecto está en su máximo grado de incertidumbre de cara al referéndum que será en las próximas dos semanas.

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Finalmente, el futuro de la reforma energética y su nivel de desarrollo afecta directamente a dos empresas líderes con sede en Madrid como Repsol e Iberdrola.

Las fechas de la visita aún no están cerradas, aunque existe la voluntad de que sea en el mes de diciembre, a los pocos días de la toma de protesta de AMLO. A simple vista, parece difícil que se concrete antes de final de año por lo apretado de la agenda latinoamericana, pero la intención es que en cualquier caso no se alargue más allá de los primeros compases de 2019.

Sánchez acaba de confirmar su visita a Cuba los días 22 y 23 de noviembre y previamente asistirá a la Cumbre Iberoamericana en Guatemala. Una semana después viajará a Buenos Aires para la cumbre del G-20 al tiempo que el rey Felipe VI acude a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador.

Parece lógico por tanto que se deje un poco de aire para el encuentro entre dos socios de primer orden. Más allá de los obvios lazos históricos y culturales España es el segundo inversor mundial en México, solo por detrás de Estados Unidos y existen más de 6.000 empresas con capital español.

La cuestión catalana

En el futuro encuentro entre Sánchez y AMLO parece más que probable que también haya espacio para tratar el tema catalán, foco de nerviosismo en círculos diplomáticos. A un año de la escalada del conflicto político: la declaración de independencia fallida, la huida a Bélgica del expresidente autonómico Carles Puigdemont y la entrada en prisión de los líderes independentistas, "el procés" sigue marcando la actualidad y la agenda política en España.

Los temores residen en que se produzca algún gesto de simpatía desde la heterogénea MORENA que dé alas al movimiento independentista. Cabe recordar que el reconocimiento internacional fue desde el principio la estrategia de movilización del independentismo. Hasta el momento han fracasado en esa empresa, pero cualquier gesto que se salga del rotundo apoyo a "una España unida" que defendió Enrique Peña Nieto, sería un espaldarazo a las aspiraciones separatistas.

La posición interna de Pedro Sánchez también es débil por su minoría parlamentaria y haber alcanzado el poder mediante una moción de censura el pasado mes de junio. Desde entonces busca fortalecer su imagen con un presencia internacional notoria, especialmente en América Latina, donde ya recorrió Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica en una frenética gira veraniega. Con ninguno de estos países existe una relación tan intensa como con México, de modo que esta visita constituye un paso necesario, solo aplazado por la situación de interinidad actual.