Mauricio Macri envió a la Cámara de Diputados la adenda al pacto fiscal firmado el año pasado, con la firma de 18 gobernadores y la expectativa de sumar otros tres.
Rogelio Frigerio aún negocia con Miguel Lifschitz (Santa Fe), Mariano Arcioni (Chubut) y Gildo Insfrán (Formosa), pero ya se rindió con Alicia Kirchner (Santa Cruz), Alberto RodrÃguez Saá (San Luis) y Carlos Verna (La Pampa).
La adenda relaja varios compromisos asumidos por los gobernadores en el pacto fiscal que subscribieron hace un año. Podrán aumentar su gasto en 2019 si el incremento que registraron en 2018 fuera menor a la inflación; y en ese cálculo no sumarán los egresos necesarios para absorber las transferencias de subsidios.
Se habilita al Gobierno nacional a aumentar los impuestos a la propiedad (Bienes personales), pero no detalla nuevas alÃcuotas, porque sigue sin haber consenso entre los técnicos del Ministerio de Hacienda, las provincias y los legisladores.
Bienes personales es un impuesto coparticipable y por lo tanto un incremento de la recaudación redunda en mayores fondos para las provincias.
El mismo objetivo persigue la eliminación de las exenciones de Ganancias y cualquier deducción a los empleados públicos provinciales y a "actividades" de ahorros, créditos, financieras, reaseguros de entidades cooperativas o mutuales.
La redacción cuidó de no gravar a "cooperativas" a secas, por la presión que las entidades con esa figura jurÃdica desplegaron en todo el paÃs, sobre todo en Santa Fe y Córdoba, donde son muy populares.
Para seducir gobernadores, la Anses se compromete a asistir, con aportes fiscales, a las cajas previsionales provinciales "en concepto de anticipo a cuenta, el equivalente a una doceava parte del último monto total del déficit -provisorio o definitivo- determinado".
En las consideraciones finales de la adenda se aclara que recién entrará en vigencia cuando estos compromisos fiscales sean aprobados en el Congreso y mientras tanto pueden sumarse los gobernadores que faltan. Es eso está Frigerio.
El Gobierno sigue con el sueño de aprobar el presupuesto el miércoles 24, aunque por estas horas ya no descartan extenderlo una semana más porque será difÃcil emitir dictamen el miércoles.
La mayorÃa de los diputados peronistas estará ese dÃa en Tucumán para celebrar el 17 de octubre con los gobernadores y en el mejor de los casos el macrista Luciano Laspina convocará a comisión el jueves.
Otra opción es dictaminar el 23 y llamar a sesión especial, un trámite que borra la obligación de esperar 7 dÃas, pero el problema mayor es que la negociación está en ciernes, pese a los cambios anunciados por Laspina. Aún hay muchos artÃculos por consensuar, como el el 53, que habilita a reestructurar la deuda sin restricciones y Bausili no logró defender con éxito.
Las negociaciones son siempre entre Cambiemos, Argentina Federal (el bloque de los gobernadores) y el Frente Renovador, porque el kirchnerismo sigue decidido a votar en contra y motoriza una marcha multitudinaria en la plaza del Congreso para denunciar un feroz ajuste.
AgustÃn Rossi lo reconoció en la última visita de Marcos Peña y sus subordinados empezaron a reunirse con los gremios para organizarla. No será un marco fácil para buscar aliados de último momento.
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