La fuerte devaluación de la moneda parece estar corrigiendo los diferentes desequilibrios del alto déficit del sector externo argentino, aunque a costa de un verdadero shock.

El déficit de turismo era uno de los mayores causantes del rojo de cuenta corriente y desde el año 2011 que venía presionando sobre las escasas divisas argentinas, potenciado por un tipo de cambio atrasado.

El rojo del 2017 cerró con un récord superior a los 10.000 millones de dólares que prometía incrementarse aún más durante este año. Pero la corrección del tipo de cambio tuvo un impacto directo en este sector y por tercer mes consecutivo se registró una caída en la cantidad de viajes al exterior.

En agosto, la baja alcanzó el 11,9% al pasar de 380.500 viajes de turistas residentes a 335.300. No obstante, el acumulado anual todavía presenta números negativos para la balanza de turismo, con un incremento del 6,2% del turismo emisivo contra un 5,5% del turismo receptivo.

De esta manera, la cantidad de viajes al extranjero por vía aérea llegó a un total de 3.268.500 en los primeros ocho meses del 2018, mientras que el acumulado de llegadas de turistas no residentes fue solamente de 1.727.600.

Por otro lado, se estimaron 227.400 llegadas de turistas no residentes a la Argentina, lo que representa un incremento interanual del 7,4%. El aeropuerto de Bariloche presentó el mayor porcentaje de crecimiento de turistas no residentes (246%), debido a la incorporación de vuelos directos desde Brasil.

De este país provino la mayoría de los arribos extranjeros y al mismo tiempo fue el origen que marcó el segundo crecimiento interanual más elevado. Las llegadas brasileros en agosto ascendió a 78.200, un 13% más que en el mismo mes del 2017.

El incremento más importante provino desde Chile (13,4% interanual), desde donde llegaron 25.000 turistas. Se destacaron también las llegadas de 36.600 turistas europeos y 33.800 turistas del grupo de países de "Resto de América".