El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años subió al 3,22% y alcanzó su nivel más alto desde julio del 2011. Este indicador representa un punto de referencia para el endeudamiento global, por lo que se prevé un fuerte impacto en los países emergentes y especialmente un incremento en el costo de financiamiento argentino.

"Esto nos hace acordar cuando el presidente del JP Morgan Jamie Dimon anticipó que las tasas del bono llegarían al 4%. Si esto llega a pasar nadie va a querer invertir en un mercado emergente", aseguró el analista de mercados Francisco Uriburu. Por su parte, el bono a 30 años tuvo un comportamiento similar y llegó al 3,35%, lo que significa su mayor valor en cuatro años. 

La noticia se suma al reciente incremento en las tasas de interés decretado por la Fed y la ratificación de esta política monetaria que tendrá una nueva suba antes de fin de año y tres nuevas alzas durante el 2019. De esta manera, los especialistas advierten que las tasas no volverán a caer hasta que Estados Unidos entre en una recesión y eso advierten que no pasará dentro de los próximos 18 meses.

Si bien el dato se relaciona a una mejora en los indicadores de la economía estadounidense, se filtró la información de que habría un importante desarme de posiciones de algunos fondos de inversión soberanos que estarían tirando el precio de los bonos a la baja.

"La mejora en el rendimiento indica que hay fondos que están abandonando este activo. Pero lejos de ser una mala noticia para la economía norteamericana, es un reflejo del gran optimismo que aumenta el apetito en activos de mayor riesgo como por ejemplo en el mercado de acciones", explicó a LPO el analista Sebastián Maril de Reaserch for Traders.

Es que al ser considerada la inversión más segura del mundo, los bonos del Tesoro sirven como usual refugio para los inversores internacionales cuando hay un contexto global muy conflictivo. Pero en el marco de un crecimiento inédito de la actividad económica del país del norte, la inversión se está trasladando a activos más rentables y eso empuja el precio de los bonos.

Además del récord en materia de evolución del PBI, este viernes se conocerán los datos del desempleo del mes de septiembre en los Estados Unidos y los economistas esperan una tasa del 3,8%, es decir, el menor índice desde 1969.

"Que baje la tasa de desempleo es una buena señal, pero podría implicar que menos personas están buscando trabajo. El dato más importante es cuántos empleos se crearon y este número viene teniendo un crecimiento exponencial. El mes pasado por primera vez en 60 años hubo más puestos de trabajo disponibles que personas buscando empleo. La economía norteamericana es una locomotora", señaló Maril.