Horacio Rodríguez Larreta busca endurecer las sanciones contra los choferes de Uber mientras que el bloque de Martín Lousteau, que pertenece Cambiemos, su mismo espacio político, impulsa una iniciativa para regular el servicio.

Con tres días de diferencia ambos bloques que son socios políticos presentaron dos proyectos completamente opuestos.

Con los ataques de los taxistas "caza Uber" en aumento, el diputado de Evolución Marcelo Guouman reflotó y modificó una iniciativa del ex legislador Hernán Rossi que busca reglamentar el "transporte privado de pasajeros mediante aplicación".

Según argumentan desde el radicalismo el servicio de Uber genera "inequidades profundas en relación a los servicios de transporte" y por eso es necesario legislar sobre el asunto. Afirman que no será una competencia de los taxis sino un "transporte complementario del transporte público".

El expediente plantea que los "transportes privados" no puedan entrar a determinadas zonas, que Uber sea reconocida como empresa y que pague un permiso por auto para que pueda funcionar. Además que el 3% de la recaudación vaya a un fondo de movilidad y que pueda funcionar, por el cambio normativo y los perjuicios que pueda tener para los dueños de licencias, como seguro para la licencia de taxi.

Desde el PRO ya dijeron que no creen "que avance, al menos por ahora" y por eso Uber deberá esperar para poder comenzar a operar en forma legal. La posición del gobierno es clara al respecto: mientras Uber no se atenga a la legislación vigente "como hizo Cabify", sus autos no podrán circular por la Ciudad sin exponerse a una sanción, explicaron en el Ejecutivo capitalino.

A pesar de que Uber suma en territorio porteño más de 45 mil nuevos usuarios por semana y tiene una cifra similar de conductores, Rodríguez Larreta se niega a romper su alianza estratégica con Omar Viviani y endurecerá los controles según se desprende del expediente 2834D2018 que tiene como objetivo modificar el Código de Tránsito y Transporte.

    Los carteles contra Guouman y Lousteau cerca de la Legislatura.    

"Vemos necesario que se posibiliten la retención de las licencias de conducir para los casos en que se verifique el transporte ilegal de pasajeros", puede leerse en los fundamentos de la iniciativa que el oficialismo presentó 21 de septiembre pasado. Se trata de penas más densas contra los choferes de Uber.

"Este tipo de transporte se puede dar en taxis o remises ilegales, pero también puede prestarse en transportes de fantasía u otro tipo de vehículo. Es por ello que modificamos la redacción de esos artículos para incluir a estos últimos", explican los diputados oficialistas en una obvia referencia a Uber.

La diputada Cristina García negó que se trate de una ley "anti Uber", sino que pueda aplicarse a cualquier tipo de transporte que no esté permitido por ley. "Proponemos el retiro de la licencia de conducir cuando se brinde el servicio sin la habilitación correspondiente, o sea cuando el transporte es ilegal", dijo a LPO.

"Los titulares de esos automotores y/o los conductores que realicen el transporte ilegal de pasajeros ponen en riesgo una actividad que merece ser sancionada y controlada para poder evitar que los infractores sigan cometiendo estas conductas ilícitas", se agrega en el proyecto.

El gobierno porteño había lanzado un plan de modernización de los taxis que entre otras cosas prevé la incorporación de 2000 mujeres conductoras y que permite el pago mediante tarjeta de crédito.

En la empresa señalaron que Buenos Aires es la plaza con mayor crecimiento para Uber en el mundo pero "hace falta una regulación que permita hacer eco de lo que pasa y crear más beneficios a partir de este funcionamiento. Es lo que hicieron todas las ciudades de la región a la hora de regular algo que es nuevo".

"Lo más importante es que se discuta. No hay una única regulación posible, hay más de 150 diferentes. Hay que discutirlo, si se presentan proyectos que nadie quiere debatir es un problema", dijeron a LPO.

En la compañía además comienzan a encontrar patrones en los ataques de los "caza Uber" y sostienen que "los incidentes están empezando a agruparse y son más violentos" y que suceden "más en menor cantidad de tiempo".

Luego de que Guouman presentara su proyecto en las inmediaciones de la Legislatura aparecieron carteles en los que aparece en una fotografía junto a Martín Lousteau y donde se lo acusa de "fomentar el trabajo precario".