"Voy a ser candidato el año que viene. Todavía no sé para qué cargo me voy a presentar", anunció este miércoles Axel Kicillof, uno de los dirigentes de mayor llegada a Cristina Kirchner, y aclaró que probablemente será en la Provincia. 

Si bien se especulaba con que buscaría presentarse porque su mandato se acaba en diciembre, Kicillof confirmó los rumores y habló de que estudiaron las encuestas en la Provincia. Las declaraciones desataron de inmediato sospechas de los intendentes del PJ, que miran con desconfianza la jugada y dan por hecho que cuenta con el aval de la ex Presidenta para salir a confirmar la versión.

En el peronismo bonaerense se atajan y dicen que no quieren que lo "impongan" en la boleta a gobernador, mientras algunos analizan que sus dichos sugieren que Cristina va a tensionar -una vez más- la interna en territorio bonaerense, bendiciéndolo como candidato.

Entre las encuestas a las que hizo alusión Kicillof seguro está la de Julio Aurelio, que lo ubica a cuatro puntos de Vidal, con la aclaración de que a los consultados se les informó que iría en la boleta de Cristina. En el kirchnerismo tomaron nota de esos números "alentadores", que demuestran que es uno de los casos de mayor traslado de votos debido a su perfil muy cercano a la ex Presidenta. 

Los intendentes ya comenzaron a elevar algunas quejas. En diálogo con LPO, varios jefes comunales coincidieron en que aceptarían que vaya en la boleta legislativa después de Máximo Kirchner, que suena en el primer puesto, pero no lo quieren como candidato a gobernador. "Es raro decir que uno quiere ser candidato y no sabe para qué", dijo, molesto, un intendente de la Primera Sección. 

"El cambió su domicilio electoral, pero no su residencia", chicaneó otro intendente, que aclaró: "La posición de los intendentes es muy clara. Nosotros queremos que nuestro candidato sea un hombre o una mujer de la Provincia".

En su entrevista con El Destape Radio, Kicillof remarcó que es "indudable" que será candidato, pero evitó decir si será para un cargo ejecutivo. En ese marco, la disputa en la Provincia sigue abierta entre el lomense Martín Insaurralde -el preferido del grupo de intendentes del PJ, que sostiene una alianza con Máximo Kirchner- y la matancera Verónica Magario, de un perfil más combativo contra María Eugenia Vidal y también cercana a Cristina. 

El argumento de los intendentes es que le reconocen a Insaurralde una puja mayor a favor del grupo en la pelea de posiciones de poder, que luego reparte entre sus pares, como hizo en el caso de la Defensoría del Pueblo de la Provincia.

En cuanto a Kicillof, los intendentes dicen que lo recibirán en sus distritos -en rigor, al ex ministro se lo vio el último viernes con Alberto Descalzo en Ituzaingó-, pero aclaran que eso no implica que le den un visto bueno como candidato.