Mientras Cambiemos celebró anoche la reelección de Pedro Dellarossa como intendente de Marcos Juárez, ciudad ubicada en el núcleo sojero de Córdoba, con el 53% de los votos, el candidato del kirchnerismo, Gustavo Tuesca, sacó un 3,1% y enciende la alarma porque el resultado es incluso peor al de los últimos comicios.

En 2014, Cambiemos -entonces "Juntos por Marcos Juárez"- consiguió 36,48%, quedando siete puntos arriba de Unión por Córdoba que sacó 29,65%. En tanto, la unión Vecinal había llegado al 22,88% y el kirchnerismo al 4,79%, casi dos puntos arriba de lo que sacó este año.

El desinterés por mejorar la performance en un lugar donde "de antemano ya sabías que perdías por mucho" -como describen en el kirchnerismo- dispara, no obstante, una preocupación en la interna. 

Como revelo LPO, en Unidad Ciudadana hace unos meses hicieron un diagnóstico preciso: necesitaban un trabajo intenso en la zona núcleo del país para que Cristina Kirchner pueda pensar en una victoria en 2019, sin que se se cristalice la imagen negativa de la ex Presidenta en los distritos más adversos para su fuerza política. La lectura era acertada, pero no hubo ningún cambio en la campaña de Córdoba.

Cambiemos ganó en el corazón sojero de Córdoba, una semana después de las retenciones

El segundo planteo al que llevan los resultados es que la idea de ir solos -sin cerrar alianzas locales con otras fuerzas del peronismo- no podrán conducirlos a una victoria federal. Es que Eduardo Foresi, el candidato peronista respaldado por el gobernador Juan Schiaretti, sacó el 37% de los votos pero en Unidad Ciudadana decidieron armar una lista aparte para arrebatarle un 3%. 

El triunfo de Cambiemos fue incluso muy significativo porque mejoró en 16 puntos el resultado que obtuvo en 2014 cuando ganó por primera vez Dellarossa con 36,9% contra 29,6 del PJ y 22,4% de Unión Vecinal. Esta vez, el intendente sacó 53% contra el 37% de la alianza del PJ y los vecinalistas.

El riesgo es que Cristina Kirchner quede reducida a la suerte de un partido bonaerense con hegemonía en el Conurbano Sur y un techo de 20 puntos en algunos distritos. ¿Cómo podrían ganar la presidencia sin Córdoba y sin el peronismo? Es la pregunta para la que -hasta hoy- en el kirchnerismo no encuentran respuesta.  

Cristina cree que si no mejora en la Provincia y en la zona núcleo no podrá ganar en 2019

En el kirchnerismo no tienen explicación para su propio 3%, mientras que adjudican la victoria de Cambiemos a que el candidato municipalizó la campaña. "Dellarossa padre fue intendente tres veces, su hijo gana las elecciones solo, por la historia de su familia en el pueblo y por lo que significa su apellido. Por algo no quisieron que vaya ninguna autoridad nacional hasta allá", dijeron desde Unidad Ciudadana a LPO.

La lectura en Unidad Ciudadana es que Macri tuvo igual una caída "estrepitosa" en Córdoba. En rigor, esperaban que la suba de las retenciones incluso afectara en esa elección local en la que no tuvo impacto. No dan respuestas ante su propio fracaso y, sin estrategia, el análisis sobre la necesidad de ganar en la zona centro del país no fue constructivo. 

Una fuente del círculo íntimo de Cristina admitió a LPO hace menos de dos meses que les preocupaba la provincia de Córdona, donde estaban "en unos 11 puntos". En esa línea, fuentes que participarán de la campaña de Unidad Ciudadana explicaron que apostarían a una alianza estratégica con De la Sota. 

En el plano local, eso no se dio. En Marcos Juárez, fuentes del kirchnerismo reconocieron a este medio que hubo un debate interno sobre si presentar o no una lista aparte, pero terminó ganando el sí. "Es una decisión de la política local", fundamentaron. 

"Algunos creíamos que no había que presentar un candidato aparte en esa zona, sin aparato, sin el respaldo económico, divididos con Foresi que fue en alianza con los vecinalistas. Se podría haber armado un frente más grande pero esto responde a internas más de índole local", reconocieron a este medio.

Una de las respuestas frecuentes es que no pueden hacer una buena elección sin pauta y "aparato" a su favor. Pero el análisis -que calma en la interna- no desnuda ninguna estrategia política ni hubo una voluntad de cerrar con Schiaretti.