En el Gobierno insisten en que la negociación con los gobernadores para aprobar el presupuesto está más que encaminada, pero se preparan para un punteo fino si algunos se rebelan cuando se debata en el Congreso.

Hay dos en los que confían mucho: Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Hugo Passalacqua (Misiones), radicales convertidos en kirchneristas en tiempos de Néstor y Cristina y en jugadores libres tras la llegada de Cambiemos.

Los santiagueños juntan 6 diputados y 3 senadores; y los misioneros 5 y 2, suficiente para ayudar al oficialismo a quedar muy cerca del quórum en ambas Cámaras.

Los legisladores de Zamora y Passalacqua dejarían a Cambiemos cerca del quórum en ambas Cámaras, pero igual necesitará de otros aliados. Macri los buscará el martes, cuando reciba a los gobernadores. 

Los conducidos por Mario Negri necesitan 21 aliados para alcanzar la mayoría simple, pero descuentan el respaldo de los 3 de Evolución, el bloque de Martín Lousteau y confían en los catamarqueños Gustavo Saadi y Silvana Ginocchio.

No hay mucho más para captar y por eso la clave serán los 33 diputados del interbloque federal, que representa a la mayoría de los gobernadores de país.

Están ahí los 5 misioneros pero también emisarios de los mandatarios de Salta, La Pampa, Córdoba, Tucumán y San Juan, demasiados nombres fuertes para tan pocos votos. Es difícil que alguno no se rebele antes de ir al recinto.o.

Sergio Massa puede ayudar con sus 21 diputados pero no esta tan dócil como quisiera Mauricio Macri, que podría convocarlo a Olivos para pedirle ayuda.

Antes de verlo, se reunirá el martes a la tarde con los gobernadores para mostrar una foto de amistad que viaje a Washington, donde Nicolás Dujovne negocia una renovación del acuerdo con el FMI.

Fuentes de Santiago del Estero admitieron a LPO que "hay buena voluntad" para ayudar con el presupuesto, pero que los ministros de Economía de las provincias elaborarán un documento para acercarle a Macri y esperarán verlo plasmado en el presupuesto."Tenemos el mismo compromiso con los intereses de nuestras provincias, a los que tenemos que proteger y defender", aclararon.

En la Rosada recuerdan que Zamora no siempre es tan predecible: en diciembre tres de sus diputados, los de origen peronista, no quisieron votar la reforma previsional.

Con bloques independientes, el santiagueño y el misionero serían un gran aporte para Cambiemos en el Senado, tierra fuerte de los gobernadores y con 25 bancas oficialistas, 12 menos que la mayoría simple.

El bloque Justicialista de Miguel Pichetto, con 24 votos, le garantizaría a Macri los dos tercios, pero el plan de la Rosada será engrosar lo propio para negociar con más fuerza.

Descuentan el respaldo de Carlos Reutemann y de los hasta ahora muy colaborativos Juan Carlos Romero y María Fiore Viñuales, salteños y jugadores libres en los papeles.

Confían en la neuquina Lucila Crexell y en su coterráneo Guillermo Pereyra, que no siempre va a la sesión por problemas de salud. En este escenario, optimista pero no irreal, Zamora y Passalacqua podrían dejar a Cambiemos a dos votos de la mayoría, o sea, una nueva ruptura en la bancada de Pichetto sería intrascendente.

Alcanzaría con una nueva ayuda de Rodolfo Urtubey, que ya se desmarcó de sus pares cuando se negó a votar la ley anti tarifazos. Macri intentará que esta vez no deba exponerse tanto.