El oficialismo y la oposición impulsan la creación de una Oficina Anticorrupción porteña. La legisladora María Inés Gorbea (Evolución) ya presentó un proyecto y Natalia Fidel (Vamos Juntos) hará lo propio la semana próxima. Ambas iniciativas buscan que el titular del organismo sea independiente del Poder Ejecutivo.

En medio del escándalo de los cuadernos, el parlamento porteño busca sentar posición en la Ciudad. Si bien ninguno de los proyectos para crear una Oficina Anticorrupción -que Fidel llama Agencia- tiene fecha de tratamiento, es muy posible que las iniciativas se cristalicen antes de fin de año.

Evolución formará parte de Cambiemos el año próximo y si bien aún no hay integración legislativa, se supone que los bloques comenzarán a acordar los proyectos antes de que lleguen a comisión.

A pesar de que la Ciudad tiene la Constitución más moderna de la Argentina, no existe ningún organismo de este tipo en distrito capitalino. La Sindicatura General de la Ciudad y la Auditoría General de la Ciudad cumplen las funciones de control, pero ambas tienen importantes limitaciones.

"El control (...) que realiza la Sindicatura bajo la dependencia del Poder Ejecutivo, así como también, los controles que realiza la Auditoría en forma posterior, no son suficientes ni los más idóneos para prevenir e investigar los hechos de corrupción", explica Gorbea en su proyecto.

"Esto se debe a que el Síndico puede ser removido por el Poder Ejecutivo -por ende, no cuenta con la necesaria independencia-, a que la Auditoría es incompetente para realizar un control concomitante -ya que está limitada por su ámbito de competencia", agrega.

La legisladora Natalia Fidel.

Gentileza Legislatura

En ambas iniciativas el titular del organismo es propuesto por el jefe de gobierno y debe contar con el acuerdo de las 2/3 partes del parlamento porteño. Las legisladoras buscan evitar situaciones como las que ocurren en la agencia nacional, donde la titular de la Oficina Anticorrupción se encuentra a "tiro de decreto" del Presidente y responde directamente ante el Presidente.

Fidel propone que el director de la Agencia Anticorrupción dure 5 años en su cargo, mientras que Gorbea plantea un mandato de 6 años. Si bien ambos proyectos hablan de "autarquía financiera", dejan a criterio del Ejecutivo, que confecciona el presupuesto porteño, las partidas necesaria para el funcionamiento de la Oficina.

"Creemos que es fundamental que la futura Agencia posea independencia, para eso el proyecto en el que estamos trabajando prevé autonomía de recursos, personal especializado y un marco jurídico idóneo, tal como se contempla en los lineamientos internacionales sobre estándares y recomendaciones para los organismos encargados de la prevención e investigación de la corrupción", le dijo Fidel a LPO.