La devaluación del peso en abril y mayo pasados forzó una suba significativa en los precios de las camionetas rurales que ya está impactando en el ritmo de ventas, según se desprende de un informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara).

Durante julio pasado se patentaron un total de 6.951 unidades de las seis camionetas de mayor uso en el ámbito rural. Esta cifra representa una caída del 26% respecto a igual mes del año pasado cuando se vendieron 9.392 vehículos y del 5% comparado a 2016.

En junio ya se había registrado una baja importante marcada por la devaluación que empujó los valores. Ese mes se patentaron unas 7.091 camionetas, mientras que en mayo, cuando aún no había traslado a precios, se vendieron 9.180 unidades.

De esta manera, en el primer semestre de este año se vendieron alrededor de 55.000 camioneras rurales en una tendencia que claramente se encaminaba a superar el récord del 2017 cuando se patentaron 107.724 unidades, un 30% más que en 2016.

Las perspectivas en el sector automotriz están centradas en terminar el año con 100.000 camionetas rurales vendidas. Esto sería un objetivo de máxima teniendo en cuenta que el reacomodamiento de precios aún no terminó y que hacia fin de año caen las ventas.

Otro aspecto que ayuda a explicar el derrumbe de ventas de camionetas en los últimos dos meses es que ya no hay opciones de financiación atractivas para los productores, un factor clave que explicó, en parte, el "boom" que vivió el sector en 2016 y 2017.

Cabe destacar que una 4x4 tiene un precio promedio actual que ronda los 1 millón de pesos. El poder de compra de los productores se vio resentido en junio y julio por la caída de precios internacionales debido a la "Guerra Comercial" entre China y EE.UU.

Según valorsoja.com, en julio la mayor caída la sufrió Fiat Toro con 391 unidades vendidas, un 72% menos que en 2017. La Ford Ranger (-23%), Chevrolet S-10 (-23%), Volkswagen Amarok (-21%) y Toyota Hilux (-14%) también sintieron el impacto.

"Estamos frente a un panorama complejo debido al impacto de la devaluación y la caída de la financiación bancaria generada por el aumento de las tasas de interés", advirtió Dante Álvarez, presidente de Acara, en un comunicado de prensa.

"Tenemos el nivel de stock más alto de la historia, con un alto costo financiero por la tenencia de las unidades y márgenes de ganancias muy reducidos que comprometen la subsistencia de miles de puestos de trabajo", agregó el titular de Acara.