Amplio favorito en las encuestas para las elecciones del 1º de julio próximo, Andrés Manuel López Obrador ya se mueve como el próximo presidente de México y empezó a definir polÃticas sobre temas clave como el dólar y Pemex.
El candidato del izquierdista Morena se reunió dÃas atrás conn el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a quien en reiteradas ocasiones le ha ofrecido dirigir Pemex en un eventual gobierno suyo.
Esa reunión disparó rumores de un nuevo ofrecimiento, por lo que López Obrador debió aclarar que no ofreció la dirección de Petróleos Mexicanos al ingeniero, e informó que Cárdenas no busca ocupar un puesto en un eventual gabinete.
Por otro lado, Alfonso Romo, magnate y coordinador de asesores de López Obrador, ya habla, se reúne y se mueve como quien planifica una transición. El empresario ya analiza los grandes temas estructurales, y por estos dÃas tiene como inquietud más grande el futuro del dólar y cómo se comportará el tipo de cambio en plena transición polÃtica.
Hay dos caminos: si AMLO triunfa y brinda señales de moderación y confianza a los mercados la divisa puede mantenerse estable. En cambio un traspaso de poder turbulento podrÃa disparar la cotización y eso implicarÃa a su vez una profunda revisión del plan de gobierno que el equipo de Romo ha generado para López Obrador. Especialmente si se considera que el paÃs es un importador neto de combustibles.
Manejar la transición se está convirtiendo en un issue igual de importante que el inicio del sexenio de gobierno. Romo asà lo entiende y por eso sus permanentes señales. Hace dos semanas con un grupo de embajadores y diplomáticos de la región dijo que las reformas estructurales se mantendrán. A empresarios regiomontanos les pidió que confÃen, que él estará en Los Pinos y no habrá giros improvisados en el futuro del TLCAN. A gerentes de fondos de inversión de EU les aseguró que el Banxico mantendrá plena independencia.
En ese contexto, se mantienen las presiones del mercado para que López Obrador cambie a quien serÃa su ministro de EconomÃa si llega a la presidencia. El nominado es Carlos Urzúa, un hombre de su histórica confianza, pero como contó LPO hubo algunos sectores que impulsaron a Santiago Levy, un economista cercano al ex presidente Ernesto Zedillo y más "amigable" con los mercados. Pero Romo confirmó a Urzúa.
La semana pasada la economista jefe del Citigroup en Nueva York, Catherine Mann, arrojó una pregunta al aire ante otros colegas de la banca: "¿Alcanza la designación de Carlos Urzúa en Hacienda para dar certeza a los mercados?". No hubo respuesta unánime pero la pregunta en si misma encierra la respuesta de por qué hay tanta presión desde el sector financiero para que hombres como Santiago Levy o Guillermo OrtÃz estén en el Gobierno desde el minuto cero.
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- 122/06/1816:45Este tequila nos va a dar dolor de cabeza