La productora gasífera de Eduardo Eurnekian, Compañía General de Combustibles (CGC), le confirmó a este medio la posibilidad certera de volver a exportar gas a Chile durante el próximo verano.

"Gracias al incremento de nuestra producción logrado a partir de grandes inversiones en riesgo exploratorio por más de 800 millones de dólares, nuestra oferta podría superar a la demanda local y en ese caso la exportación sería la llave para continuar creciendo", reconocieron desde la empresa.

Sería el primer caso, luego de más de una década, donde se exporta este insumo al país vecino sin compromiso de reimportación. Hasta ahora, el Ministerio de Energía había autorizado mecanismos swaps donde se obligaba a recomprar lo vendido al exterior. Pero a partir del decreto 962, la cartera de Aranguren permite la exportación ilimitada con el único requisito de tener una demanda interna adecuadamente abastecida, sin aclarar si ese abastecimiento debe ser realizado localmente o vía importaciones.

De esta manera, CGC sería la primera firma en usar esta facultad para colocar sus excedentes gasíferos en épocas estivales. Durante los primeros cuatro meses del año, la petrolera de Eurnekian aumentó su producción en la provincia de Santa Cruz en un 47% en términos interanuales. Es aquí donde tiene su principal yacimiento no convencional "Campo Indio Este-El Cerrito", que fue beneficiado por el nuevo Plan Gas. El mismo, premia con 7,5 dólares el millón de BTU exclusivamente a los nuevos proyectos no convencionales como este, que se ubican en las cuencas Neuquina y Austral.

"Teniendo en cuenta que la economía está entrando en una fase recesiva, el mercado interno va a estar abastecido con una producción menor. Con lo cual va a haber más saldos exportables que las empresas van a cobrar a un mejor precio que el que se les paga localmente", subrayó Federico Bernal.

En efecto, el "Campo Indio Este-El Cerrito" es el primer proyecto de gas no convencional otorgado fuera de la cuenca neuquina y producto de su gran potencial tuvo un incremento del 96,1% en las inversiones realizadas en 2017 respecto al año anterior.

Por otro lado, al ser co-controlante de GasAndes -empresa operadora de uno de los principales gasoductos que nos vincula con Chile- la firma tendría una integración vertical en toda la cadena y también podría exportar el gas de la cuenca neuquina.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Energía, CGC no fue la única compañía en incrementar su producción durante el primer cuatrimestre sino que el total del gas local aumentó en un 3,8% de forma interanual, mientras que el segmento no convencional tuvo una suba del 36,8%.

Paralelamente, el ministerio indicó una caída interanual de la demanda residencial del gas del 10,5% en el último marzo, lo que marca que el consumo está reaccionando ante los aumentos tarifarios. Si este sendero de alza en la producción y retracción en la demanda local continúa, seguramente muchas empresas serán las que se sumen a la estrategia de CGC.

"Yo calculo que les va a sobrar gas. Cuando uno analiza la demora de los nuevos gasoductos troncales internos, sumado a la retracción récord del servicio público de gas por redes y teniendo en cuenta que la economía está entrando en una fase recesiva, el mercado interno va a estar abastecido con una producción menor. Con lo cual si se aumenta la producción va a haber más saldos exportables que las empresas van a cobrar a un mejor precio que el que se les paga localmente", subrayó Federico Bernal, director del Observatorio de Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC).

Chile, por su parte, ya confirmó su interés en comprar el gas de Vaca Muerta. "Para que Argentina pueda desarrollar la producción de sus yacimientos de gas natural en los volúmenes necesarios para satisfacer sus necesidades internas durante los períodos del año de mayor consumo, requiere de nuevas demandas de gas natural que puedan absorber esos mismos volúmenes en los períodos del año de menor consumo interno. Por ello, requiere de demanda estable a la que Chile puede aportar", había señalado la ministra de energía chilena.

Las exportaciones de este insumo llegaron a superar los 20 millones de m3 por día -lo que representaba alrededor del 17% de la producción local- tras los acuerdos Menem-Frei, a fines de la década del 90'.  

Sin embargo, tras la crisis energética del 2004, Néstor Kirchner interrumpió este flujo y desató un serio conflicto diplomático que no se intensificó por el gesto de buena voluntad de Chile de no accionar judicialmente cuando tenía todas las herramientas para hacerlo, ya que estos tratados tenían rango constitucional.

En consecuencia, el país vecino sufrió una escalada de precios provocados por la obligación de reconfigurar su matriz energética y pasar a depender del diésel y de la importación de gas natural licuado (GNL) por el Pacífico. Hoy en día, Chile tiene el respaldo de estas terminales de regasifiación que le otorgan una mayor flexibilidad si la Argentina volviera a fallar con sus compromisos. Aunque, claramente el precio del GNL sería muy superior al fluído nacional.