Horacio Rodríguez Larreta participó de una teleconferencia con el Papa Francisco en la peor semana del gobierno de Mauricio Macri. Al contrario del Presidente, el jefe de Gobierno porteño mantiene una fluída relación con el Sumo Pontífice pero el momento que eligió para mostrarse pareció sugestivo.

La Villa 31 albergara una de las sedes del proyecto educativo Scholas Occurrentes, una de las iniciativas favoritas de Francisco. La teleconferencia contactó cuatro países y la Argentina fue el centro de la transmisión.

Si bien no dialogaron, Rodríguez Larreta fue uno de los oradores capitalinos y en su discurso resaltó uno de los hitos de su gestión, la urbanización de villas. "Siempre respetando el valor del arraigo donde viven los vecinos", destacó.

La integración es una política netamente distinta a la que implementó Macri como jefe de Gobierno. En sus primeros años al frente de la alcaldía porteña, el actual presidente redujo al mínimo los presupuestos para mejoramientos de villas y coqueteó con el desalojo.

La relación de Macri con el Papa siempre estuvo mediada por interlocutores como Larreta o Gabriela Michetti, pero haber enviado un proyecto para legalizar el aborto es una afrenta que la Iglesia jamás olvidará. Incluso Marcos Peña y, sobre todo Jaime Durán Barba son dos de las figuras del PRO que Macri más escucha y Francisco menos tolera.

"Horacio está haciendo un trabajo con lo que los curas villeros manifestaron en un documento que es integrar a los barrios populares, evitar que se transformen en guettos. Avanza en esa línea en sintonía con Francisco", analizó Victoria Morales Gorleri, funcionaria del Ministerio de Desarrollo Social que estuvo presente en Roma y siguió la actividad bien cerca del líder religiosa.

Morales Gorleri descartó cualquier tipo de roce entre Macri y Larreta por su vínculo con el Papa. Y destacó a LPO que "todo lo que se hace para erradicar la pobreza Francisco lo celebra", en referencia a la tarea de Carolina Stanley, la jefa de la cartera de Desarrollo Social de la Nación.

Desde Parque Patricios rechazaron un posible malestar del Presidente por la teleconferencia junto a Francisco. Y subrayaron el "muy bajo el perfil" de Larreta respecto a su relación con Francisco.

El vínculo tiene muchos años y se reforzó cuando la primera dama porteña Bárabara Diez intentaba quedar embarazada. Cuando los Larreta tuvieron a Serena fueron al Vaticano a agradecerle al Sumo Pontífice por sus bendiciones.

María Eugenia Vidal es otra dirigente que al contrario de su jefe político está en buenos términos con Francisco. De hecho, en consonancia con la Iglesia, cerró varios bingos provinciales y se manifestó contra los juegos de azar. De todas formas y para evitar los enojos de su jefe político maneja con el máximo sigilo político sus reuniones con el Papa. Y una de sus últimas visitas al Vaticano se hizo en el más estricto secreto.

Uno de los laderos de Larreta desechó que el encuentro hubiera sido una provocación. "Horacio no hace nada para disgustar a Mauricio, porque Mauricio no ordena tener una mala relación con el Papa. El que quiso tener mala relación fue el Papa", dijo. "Horacio hace cosas que le sumen a Mauricio", explicaron. "El encuentro ya estaba organizado e antes", agregaron.