Los legisladores de Cambiemos no fueron a la bicameral de seguimiento de servicios de deuda y lograron dejarla sin quórum, aunque no evitaron que parte de la oposición exigiera información sobre los pasivos externos y la reciente negociación con el FMI.

Para que no haya mayoría fue necesario el aporte de varios senadores de la oposición, un buen síntoma para Mauricio Macri que confía en esa Cámara para frenar la ley que limita tarifazos.

En su última visita a la bicameral Caputo dijo que envió los datos de la deuda que tomó, pero no estaban. Sólo acercó el acuerdo con los holdouts. La oposición quiere intervenir en la negociación con el FMI y teme consecuencias jurídicas.  

Nunca apareció el salteño Juan Carlos Romero, que tiene un monobloque pero actúa como aliado permanente de Cambiemos. De hecho, unos minutos antes, en la misma sala del Senado, había participado de la bicameral revisora de cuentas. Ni bien terminó, se fue.

Tampoco aparecieron los senadores José Uñac y Carlos Caserio, leales a los gobernadores Sergio Uñac (San Juan) y Carlos Caserio (Córdoba).

Además de José Mayans, que preside la bicameral e integra el bloque de Miguel Pichetto, asistió por esa Cámara su compañera Singrid Kunath, la kirchnerista María de los Ángeles Sacnun.

Sí hubo diputados de todos los bloques opositores, dueños de ese recinto. Asistieron José Luis Gioja y Axel Kicillof (FpV-PJ), Marco Lavagna (Frente Renovador) y Javier David (Argentina Federal). No fue el kirchnerista Rodolfo Tailhade, porque estaba en la Comisión de selección de jueces del Consejo de la Magistratura. 

La reunión fue la continuidad de la accidentada visita de Luis Caputo hace un mes para detallar el alcance de la deuda externa y su vínculo con empresas offshore. Huyó ante un cruce con la diputada kirchnerista Gabriela Cerruti.

Ese día, el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, el senador Federico Pinedo (PRO) y la diputada Brenda Austin (UCR), dijeron que ya estaba en el Congreso el detalle de cada emisión de deuda de la gestión de Mauricio Macri.

Mayans, sorprendido ese día, confirmó que no es tan así. "Me costó reunir la información, porque la Cámara de Diputados dice que fue a archivo por la ley de caducidad. Este tema no se puede mandar a archivo sin tener tratamiento como corresponde", se quejó.

"En el Senado hay un solo expediente. Hablé con Caputo y sólo compartió la información del acuerdo con los holdouts. Les doy una copia, pero aclaro que hay datos sensibles, que sólo podemos comentar en privado", aclaró.

Mayans y Kicillof integran la bicameral de la deuda.

Télam

Así las cosas, la bicameral sigue sin datos sobre la mayor parte de las emisiones de deuda externa durante la era Macri, justo cuando se conoce una negociación con el FMI con final incierto.

Marco Lavagna subrayó que el Gobierno no entregó a la bicameral información de la deuda que tomó este año para respaldar la afirmación de Caputo que ya se cubrió el 80% de las necesidades financieras.

Gioja y Sacnun pidieron que esa negociación pase por el Congreso, aun cuando en el Gobierno creen que no hay obligación legal. Coacheada por su jefa Cristina Kirchner, la santafesina recordó que en plena negociación con los fondos buitres en 2014, Macri, por entonces candidato a presidente, pidió pagar en efectivo lo que disponía el juez Thomas Griesa.  

Lavagna buscó datos por las suyas y contó que la información pública está disponible sólo al cierre de 2017. "No sabemos qué pasó este año y cuanto es el monto de financiación cubierta. Caputo dice que es el 80%. Pero mis datos dicen otra cosa".

Kicillof recordó que la bicameral puede tener consecuencias jurídicas si al menos no interpela al poder ejecutivo por el endeudamiento y Mayans lo respaldó. "Ya tenemos pedidos de instituciones que no podemos responder", lo avaló.

"Conozco como son los créditos stand by. Se piden condiciones de ajuste y se atan los desembolsos a sus cumplimientos", anticipó Kicillof. No se pudo dictaminar ninguna resolución para reclamarle datos a Caputo. No había quórum.