El candidato a presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que marcha primero cómodo en todos los sondeos, convirtió un nuevo ataque de Donald Trump a su país en insumo de campaña y buscó tocar el orgullo de los mexicanos: "No seremos piñata de ningún gobierno extranjero", dijo desafiante.

hasta ahora el líder del izquierdista Morena había evitado chocar frontalmente con Trump, dejando al gobierno del priista Peña Nieto el pedo de lidiar con el magnate. Pero ya entrando en el tramo decisivo de la campaña para las presidenciales que se realizarán el próximo 30 de junio, López Obrador parece decidido a aprovechar el enorme rechazo que el presidente de Estados Unidos despierta entre los mexicanos.

Este domingo, por segundo día consecutivo Trump apeló a una serie de tuits para amenazar a México con detonar el NAFTA sino mejora la seguridad en las fronteras para controlar la inmigración; además de reiterar que dará de baja el programa DACA que protege a los "dreamers", hijos de mexicanos nacidos y criados en Estados Unidos. 

"Con todo el dinero que ganan de Estados Unnidos, esperemos que detengan a estas personas de cruzar por su país y entrar al nuestro, ¡Por lo menos hasta que el Congreso cambie nuestras leyes migratorias!", desafió el sucesor de Barack Obama.

Lo cierto es que Trump también parece estar aprovechando el tema como insumo de política interna, ya que los números fríos de la inmigración de mexicanos a Estados Unidos está en uno de los puntos más bajos de la historia. En todo caso el problema es con la migración proveniente de países de Centroamérica, que atraviesan el territorio mexicano para cruzar a Estados Unidos. Y para enfrentar ese problema es clave que la administración de Peña Nieto mantenga los esfuerzos de contención que hace en su denominada frontera sur. 

"No es con muros ni el uso de la fuerza como se resuelven problemas sociales. Esos problemas se resuelven con desarrollos, paz y tranquilidad", respondió López Obrador, agregando que, de llegar a la presidencia, presentará su programa de desarrollo para enfrentar las causas que originan la migración, inseguridad y violencia.

Por si hiciera falta algún condimento, López Obrador le contestó a Trump a metros de la frontera caliente, durante una visita de campaña a Ciudad Juárez.

Lo curioso es que la amenaza de detonar el NAFTA en el caso del candidato de Morena es ridícula. López Obrador es un conocido crítico de ese tratado y tiene una mirada proteccionista mucho más cercana a la del magnate. El candidato mexicano dijo que el NAFTA "no ha dado resultados (a México) ni siquiera en términos cuantitativos" y aunque admitió que aportó beneficios "en algunas ramas de la economía", lo hizo "con un costo altísimo y en términos generales con muy pocos resultados".

"No se puede hablar del éxito del modelo exportador cuando la economía ha permanecido estancada por tres décadas", subrayó López Obrador, en una curiosa coincidencia con los argumentos que Trump utiliza en su país para condenar el tratado.

"No significa (el NAFTA) ni desarrollo ni creación de empleos. Si fuera cierto que el NAFTA solo beneficia a México nuestra economía no permanecería estancada ni habría migración", agregó.

"En 1970, las exportaciones solo representaban 8% del PIB y el crecimiento de la economía era del 6%; mientras que ahora que las exportaciones son el 36% del PIB y la economía solo crece en 2.3%", agregó el candidato de Morena.

La mayoría de los analistas ya se prepara para una victoria de López Obrador. Hasta el banco Goldman Sachs ya considera "altamente probable" su victoria y advirtió sobre el riesgo para la economía global de un giro a la izquierda de México.