Donald Trump, Emmanuel Macron y Angela Merkel se unieron a Theresa May y acusaron al gobierno de Vladimir Putin de ser responsable del envenenamiento del ex espía ruso en el Reino Unido, lo que llevó el conflicto a un nivel de tensión mundial.

Los líderes de Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido emitieron un inusual comunicado conjunto en el que sostienen que que "no hay una explicación razonable alternativa" a la responsabilidad rusa en el ataque al ex espía Serguei Skripal y su hija, el 4 de marzo pasado. Y agregan que la falta de respuesta de Putin al requerimiento británico de una explicación del incidente "acentúa aún más su responsabilidad".

Skripal es un ex oficial de la inteligencia militar rusa que actuaba como doble agente del servicio secreto británico MI6. Por esa razón fue condenado a 13 años de prisión por la justicia rusa, tras ser declarado culpable de "alta traición". Pero en 2010 fue liberado como parte de un intercambio de espías entre Estados Unidos y Rusia.

 En el comunicado, sostienen que el uso de un arma química era un "asalto a la soberanía del Reino Unido" y una "violación de la ley internacional", al tiempo que afirman que el ataque fue el primer" con uso ofensivo de un agente nervioso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial". "Esto amenaza la seguridad de todos nosotros", advirtieron.

No está claro cuáles son los pasos a seguir de este grupo de países, teniendo en cuenta que Reino Unido acaba de expulsar a 23 diplomáticos rusos y suspendió contactos de alto nivel, en un congelamiento de las relaciones inédito desde la Guerra Fría. Londres también prometió nuevas medidas y un boicot al Mundial. 

Al respecto, según informó la cadena CNN, Trump se limitó a decir que está "en profundas discusiones" con May (que hoy visitó el lugar del ataque) sobre los pasos a adoptar. En tanto, Macron dijo que también anunciará "medidas", pero no las especificó. Por su parte, la OTAN prometió "defender" a sus aliados.

"Llamamos a Rusia a cumplir con sus obligaciones como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y a mantener la paz y la seguridad internacional", completa el comunicado, en el que se menciona "un patrón previo de comportamiento ruso irresponsable", en lo que pareció una referencia al envenenamiento del espía ruso Alexander Litvinenko en 2006, en Londres.

Además, llamaron a Rusia a revelar a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) los detalles de su programa de Novichok (el agente utilizado en el ataque), que Moscú afirma haber cerrado en 1992. El canciller británico, Boris Johnson, adelantó que entregará a ese organismo una muestra Novichok para que haga su propio análisis.

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Por su parte, a tres días de las elecciones presidenciales en las que busca un cuarto mandato, Putin ha negado haber estado detrás del ataque, mientras que su Gobierno prometió una respuesta a la expulsión de sus diplomáticos de Reino Unido. 

El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que las "groseras e infundadas" acusaciones de May tienen un trasfondo político. "Reflejan la desesperada situación en la que se halla el gobierno británico por no poder cumplir con las promesas hechas al pueblo en conexión con su salida de la Unión Europea", declaró.

Sanciones de Trump

En medio de la sesión por el envenenamiento al espía, el gobierno de Trump le aplicó sanciones a ciudadanos y entidades rusas por su presunta injerencia en las elecciones presidenciales de 2016 y acusó a Rusia de una operación para hackear la red eléctrica e infraestructura clave de Estados Unidos.

Se trata de las medidas más fuertes adoptadas contra Rusia por Trump, luego de meses de acusaciones de ser demasiado tibio por no querer confrontar con Putin. Las sanciones incluyen el congelamiento de cualquier activo ruso en dólares estadounidenses y una prohibición para que ciudadanos estadounidenses hagan negocios con los señalados.

Funcionarios de seguridad nacional dijeron que el FBI, el Departamento de Seguridad Interior y organismos de inteligencia concluyeron que la inteligencia rusa estuvo detrás de un amplio abanico de ciberataques que comenzaron hace un año y que lograron infiltrar los sectores energéticos, comercial, industrial, de la aviación y del agua, según informó el diario The Washington Post.

También sancionó a 19 ciudadanos y cinco entidades rusas por la presunta interferencia de Rusia en las presidenciales norteamericanas de 2016 y por varios ciberataques. Varios de los sancionados ya fueron imputados por el fiscal especial Robert Mueller como parte de la investigación que lleva adelante sobre si Rusia interfirió en las elecciones de 2016 para empujar un triunfo de Trump.

Funcionarios del Departamento del Tesoro que hablaron bajo condición de anonimato aseguraron que las sanciones "forman parte de una serie de acciones futuras para seguir presionando a Rusia", informó la agencia de noticias EFE.